Nuevo varapalo a las aspiraciones del Gobierno español para que la UE se lance a abordar una reforma integral y profunda del mercado eléctrico comunitario. Alemania, Holanda y otros siete países (Austria, Dinamarca, Luxemburgo, Estonia, Finlandia, Irlanda y Letonia) unieron ayer sus fuerzas para mostrar su rechazo a los cambios en la política energética europea en un comunicado contundente en el que mostraron su oposición frontal. “No podemos apoyar ninguna medida que entre en conflicto con el mercado interior del gas y la electricidad, por ejemplo, una reforma ‘ad hoc’ del mercado mayorista de la electricidad”, defienden tajantemente en el texto que fue difundido en la víspera del consejo extraordinario de ministros de Energía de los 27.
Los responsables del ramo energético se reúnen hoy para abordar la crisis de la escalada sin precedentes de los precios energéticos y analizar qué hacer a medio y largo plazo a nivel europeo para mitigar su impacto. Sin embargo, la divergencia de las posiciones volverá a limitar la discusión a un debate político del que no se espera que salga ninguna propuesta concreta, señalan fuentes diplomáticas.
La división entre los 27 por la política energética es total. La alianza de los nueve países liderada por Alemania, la mayor economía de la UE y el país más influyente a la hora de marcar el rumbo económico comunitario, entra así al confrontamiento frontal con los apoyos que había logrado armar España con Francia Grupo, Grecia, Rumanía y República Checa, que firmaron recientemente otro comunicado conjunto para instar a la UE a tener “audacia” y poner en marcha una respuesta común frente a la escalada de los precios de la luz. Italia y Portugal también han simpatizado con estos planteamientos.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha intentado en los últimos meses colocar la crisis energética en lo alto de las prioridades comunitarias con un documento de propuestas que incluía una reforma profunda del mercado mayorista eléctrico para poner fin al sistema de fijación de precio marginal. Sin embargo, el rechazo frontal del grupo comandado por Berlín aparta prácticamente de la ecuación cualquier posible modificación de la regulación. El grupo de 9 países liderado por Alemania advirtió también a sus socios comunitarios de los riesgos que puede tener una modificación en la normativa actual.
“Dado que los picos en los precios se deben a factores globales, deberíamos ser muy cuidadosos antes de interferir en el diseño de los mercados energéticos internos. Esto no será un remedio para mitigar la actual subida de los precios de la energía”, avisan. La crisis energética, en todo caso, ya está en la agenda europea. Los líderes europeos abordaron la semana pasada el asunto, aunque por el momento la presión española ha sido infructuosa para lograr una acción comunitaria con medidas concretas que permitan reducir el coste de la factura eléctrica a corto plazo.
La Comisión lanzó a mediados octubre un paquete de medidas para orientar a los países a mitigar el impacto de la subida de los precios en el corto plazo. Sin embargo, la propuesta se quedó lejos de las expectativas del Gobierno que valoró la comunicación como insuficiente. En cambio, la alianza de Alemania apoyó al Ejecutivo comunitario y defendió que a corto plazo sean los Estados Miembros los que pongan en marcha medidas “temporales y determinadas” enfocadas a proteger a los hogares vulnerables. Además, demanda que éstas puedan ajustarse “fácilmente” en primavera, cuando se espera que los precios regresen a niveles medios.
Otra divergencia es el análisis de la crisis. Los 9 países liderados por Alemania consideran que la subida de los precios se debe a la recuperación económica y factores relacionados con la demanda y oferta de combustibles fósiles “pero no al diseño de los mercados energéticos de la UE”, mientras que Madrid y otras capitales del Sur ven detrás factores estructurales.