Los usuarios de criptomonedas están solos. Los supervisores los observan desde la distancia cada vez con mayor interés, pero todavía sin poderes para intervenir o protegerles. Así describió la situación de este nuevo segmento del mercado Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España que reconoció que "no tenemos ni las herramientas ni los poderes suficientes como para proteger a los usuarios de criptoactivos de la forma en la que protegemos a los clientes bancarios".
De Cos, en su intervención en Barcelona con motivo de la clausura del máster en Finanzas de Esade, señaló que la regulación de los criptoactivos está todavía en proceso de diseño, una tarea complicada que necesita una dedicación total por parte de los organismos internacionales. Entretanto, el gobernador llama a la cautela y recuerda que el mercado de activos virtuales alcanzó el pasado noviembre un tamaño superior a los tres billones de dólares, por encima del que reflejaban las titulizaciones de hipotecas subprime cuando desencadenaron la crisis financiera global de 2008.
Hasta la fecha, la normativa española cuenta con una circular de la CNMV referida a la publicidad de las criptomonedas. A ello se le suma el sistema de registros del propio Banco de España, que garantiza que las plataformas tengan controles frente al blanqueo de capitales y el lavado de dinero. Precisamente, De Cos quiso recalcar que el registro de empresas que prestan servicios relacionados con las criptomonedas del Banco de España "tiene un propósito muy limitado" que debe extrapolarse a otros ámbitos sobre los que no tiene jurisdicción.
De esta forma, la inclusión de las firmas en el registro garantiza que toman las medidas necesarias para la lucha contra la financiación del terrorismo y otras actividades ilícitas, pero no debe entenderse como una luz verde en términos prudenciales y no vigila su solvencia ni si dispone de herramientas como para cumplir con la correcta prestación de los servicios prometidos. Algunos negocios de criptomonedas exhiben su inclusión en el registro del Banco de España como una señal de solidez e incluso de respaldo del propio supervisor español, algo con lo que el Banco de España no está para nada de acuerdo y que puede inducir a error.
"No debe interpretarse como una autorización comparable a la expedida a los bancos ni quiere decir que el Banco de España lleve a cabo ningún tipo de supervisión de sus actividades", advirtió De Cos.
Por estos motivos, y dado que el propio Banco Central Europeo considera a los criptoactivos como un "riesgo emergente para la estabilidad financiera", De Cos hizo un llamamiento a acelerar la llegada del entramado normativo que regulará las criptomonedas. De hecho, el gobernador del Banco de España aseguró ayer que, a la hora de aterrizar las normas "es mejor pecar por el lado de la prudencia" incluso a costa de perder parte del beneficio potencial de esta tecnología.