A partir de enero de 2022 cada madrileño se ahorrará de media 98,75 euros en su declaración de la renta. El Consejo de Gobierno de Madrid dio luz verde ayer a su prometida rebaja fiscal: una bajada de medio punto en todos los tramos del IRPF y la supresión de los tres impuestos propios de la comunidad. Dos medidas con las que se consolida como la comunidad española con los impuestos más bajos para la renta y la única sin tributos propios. “Hoy hemos hecho realidad uno de los grandes compromisos de este Gobierno, que es la mayor bajada de impuestos de la historia de la Comunidad. Tras 67 bajadas de impuestos, esta es la quinta sobre la renta”, anunció este miércoles la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
El Gobierno de la comunidad aprobó la rebaja del IRPF y la supresión de impuestos propios mediante dos proyectos de ley, y aspira a que entren en vigor el 1 de enero de 2022, por lo que los madrileños podrían percibir el ahorro en la declaración de la renta que hagan en 2023. El paquete, sin embargo, tendrá que recibir luz verde de una mayoría simple de la asamblea, para lo que el PP necesitaría, como mínimo, la abstención de cuatro diputados de Vox. Ayuso tendrá que negociar esta aprobación en paralelo con la de presupuestos, que llevan sin aprobarse desde 2019.
La bajada del IRPF reduce en medio punto cada uno de los cinco tramos autonómicos. Así, el tipo para el tramo más bajo, de rentas de 12.400 euros, pasará del 9% al 8,5%. Esto, sumado al tipo estatal (9,6%), dejaría el impuesto a las rentas más bajas en un 18%. En cuanto a los contribuyentes que ingresen más de 53.000 euros, pasarán de tributar un 21% del tipo máximo autonómico a un 20,5%, más el tipo estatal (24,6%) daría un tipo del 45%. En ambos casos, se trata de los impuestos más bajos a nivel nacional (ver gráfico).
La comunidad defiende que el mayor ahorro será para las rentas más bajas, con una bajada del 5,5%, frente al 2,4% de las rentas más altas. En términos absolutos, sin embargo, son las rentas más altas las que más se benefician de esta reducción. La comunidad estima que la medida beneficiará a 3,3 millones de contribuyentes, permitiéndoles ahorrar en total 334 millones de euros. Un dinero que, en palabras del consejero de Economía y Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, quedará en el bolsillo del contribuyente, que podrá destinarlo a “consumo, ahorro o inversión”. Lo que, a su vez, permitirá “la generación de más actividad económica, más empleo y traerá un mayor crecimiento de la recaudación”.
Esta es la estrategia liberal defendida por Madrid a capa y espada, y por la que ha sido criticada desde otras autonomías, que la acusan de aprovecharse de su capitalidad para hacer dumping fiscal. Ayuso, sin embargo, defiende que “todas las comunidades pueden hacer exactamente lo mismo que Madrid. Pero nosotros no nos vamos a inventar impuestos nuevos”. Madrid lleva ya 17 años seguidos de bajadas de impuestos. Desde entonces, la comunidad ha reducido el IRPF entre un 11% y un 17% de media. “En todos estos años, lo que hemos dejado claro es que no ha bajado la recaudación. Este es el camino que queremos seguir”, añadió Fernández-Lasquetty.
En cuanto a los impuestos propios, el impacto es menor. Madrid tenía hasta ahora tres impuestos propios, frente a los 15 que tiene, por ejemplo, Cataluña, por los que recauda 677 millones de euros. Se trata de un tributo a la instalación de máquinas recreativas en bares, a la tasa de basuras y al impuesto de actividades económicas. En 2020 Madrid apenas recaudó 3,4 millones por estos tres tributos.