La crisis económica impactó con gran fuerza contra este colectivo de trabajadores, que llegó a perder hasta un 25% de los ocupados que alcanzó en 2008, antes de la recesión. Pero desde 2014 la recuperación ha sido más que notable y la Seguridad Social anunció ayer que el pasado mes de mayo ganó una media de 68.749 cotizantes extranjeros en mayo (+3,3%), hasta situarse el total de inmigrantes ocupados en 2.155.149 personas.
No es una cifra cualquiera. Tiene importancia porque se produce, por ejemplo, en plena crisis demográfica. Con la cifra de nacimientos más baja de los últimos 20 años y el país perdiendo población a medida que envejece, a nadie se le escapa que la afiliación de trabajadores extranjeros a la Seguridad Social es una vía más para apuntalar el sistema de pensiones. En estas circunstancias, el dato es el más alto alcanzado nunca por trabajadores extranjeros ocupados en la economía española. En el último año, la afiliación ha crecido un 7,5%, con 151.087 cotizantes más.
Hay matices, claro. Por un lado, la calidad del empleo ocupado. Por otro, que hay que tener en cuenta que el mes de mayo es tradicionalmente de los más fuertes en términos de contratación para este colectivo, que en el régimen general tiene en la hostelería, los trabajos agrarios y la construcción sus principales destinos laborales. Cuando se observa la afiliación por el régimen de autónomos la principal actividad a la que declaran dedicarse es el comercio seguido, nuevamente, de la hostelería. En cualquier caso, la cifra, que supone cerca de un 13% del total de ocupados españoles, bajará a final de año, pero se consolidará en niveles altos en un año histórico para la Seguridad Social.
La mayor parte de los extranjeros que trabajan en España son de países ajenos a la Unión Europea si bien es Rumanía el país que más inmigrantes ocupados aporta. Le siguen Marruecos, Italia y Reino Unido. Cataluña es, con diferencia, la comunidad que más trabajadores extranjeros absorbe, prácticamente uno de cada cuatro con rumanos, italianos y marroquíes como principales colectivos. Le sigue Madrid, donde Rumanía y China son los países que más trabajadores aportan. De entre los países sudamericanos, Venezuela se ha convertido en el segundo que más aporta, por delante de Colombia y detrás de Venezuela.
En el lado contrario, las comunidades con menor presencia de inmigrantes en alta en la Seguridad Social al finalizar mayo fueron Cantabria, con 12.378 extranjeros; Extremadura, con 13.664, y Asturias, con 14.273.