El Banco Central Europeo está estudiando un nuevo programa de compra de bonos para evitar cualquier agitación en el mercado cuando las compras de emergencia se retiren el próximo año, según fuentes conocedoras de las intenciones del organismo monetario. El plan sustituiría a la actual herramienta contra la crisis y complementaría el antiguo programa de expansión cuantitativa de duración indefinida que actualmente adquiere 20.000 millones de euros al mes, según Bloomberg.
En todo caso, no se ha tomado ninguna decisión. Un portavoz del BCE declinó comentar la información, aunque señaló que los técnicos discuten una batería de ideas que no se presentan necesariamente al Consejo de Gobierno o al Comité Ejecutivo. Una iniciativa de este tipo actuaría como una suerte de seguro en caso de que el final programado en marzo del denominado Programa de Compras de Emergencia para la Pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés), de 1,85 billones de euros, provocara una venta en el mercado de bonos de países muy endeudados como Italia.
Según este eventual plan, las compras se realizarían de forma selectiva. Esto evitaría una norma que se aplica a los dos programas de los programas existentes, que obliga a los bancos centrales a comprar deuda en relación con el tamaño de la economía de cada país. Esa regla ha estado en vigor desde que las compras de activos a gran escala de activos a gran escala en 2015.
El BCE estudia la posibilidad de comenzar el fin del programa antipandemia, que podría pasar de los 80.000 millones de euros de compras mensuales actuales a los 60.000 de manera inminente. El plan de compras contra los efectos económicos estará en vigor, en cualquier caso, hasta finales de marzo del próximo año.
Su objetivo es disipar las preocupaciones que el BCE esté financiando a los gobiernos, algo que está prohibido por la ley. Conscientes de la crisis de los mercados que envolvió a Italia al comienzo de la pandemia, los responsables políticos del BCE están tratando de suavizar la salida de los estímulos de emergencia existentes, ahora que los gobiernos están aún más expuestos tras haber acumulado deudas para financiar apoyo fiscal.
La deuda pública italiana ha subido, haciendo que la rentabilidad de los títulos a 10 años, hasta el 0,86%. De media, han vendido en Europa durante las dos últimas semanas, con una subida de los rendimientos de unos 20 puntos básicos. La diferencia de rendimiento entre la deuda italiana y la alemana de referencia deuda italiana y alemana, un indicador de riesgo de la región que se sigue de cerca, se sitúa actualmente en torno a los 107 puntos básicos.