El Consejo de Ministros ha aprobado este martes que 2,7 millones de empleados públicos reciban ya en sus nóminas de noviembre el aumento del 1,5% de sus retribuciones para este año 2022. Esta subida salarial, acordada en el marco de la Mesa General de Negociación de la Función Pública, tiene carácter retroactivo, por lo que recibirán los atrasos correspondientes al presente ejercicio, y será consolidada para el año que viene. Por tanto, este incremento se suma al alza del 2% de las retribuciones públicas que entró en vigor el 1 de enero de este año.
Según han explicado desde el Ministerio de Hacienda y Función Pública, tras el Consejo de Ministros, este incremento adicional del 1,5% generalizado "tiene un carácter excepcional, ya que es la primera vez que se produce"; y se aplicará a todas las administraciones públicas, incluidas comunidades autónomas y ayuntamientos, "y tendrá en cuenta las circunstancias de la ejecución del presupuesto que puedan darse en este momento del ejercicio", añaden. Su consolidación en el presente ejercicio supone que se aplique sobre las retribuciones vigentes el 31 de diciembre de 2021, por lo que, según insisten, la subida global para 2022 será del 3,5%.
La medida fue fruto del acuerdo entre el Ministerio de Hacienda y Función Pública con los sindicatos CCOO y UGT –el sindicato de funcionarios CSIF se descolgó del pacto– en el que también se acordó un incremento salarial global para el periodo 2022, 2023 y 2024 de entre un 8% y un 9,5% a repartir en los tres ejercicios.
Este pacto recoge que, para el próximo año, los salarios de los empleados públicos subirán otro 2,5%, al que se podrían suman dos alzas más de carácter variable del 0,5% cada una. La primera de estas subidas de medio punto se aplicaría si el IPC acumulado de 2022 y 2023 supera el 6%, y se añadiría otro 0,5% si el PIB de 2023 supera el 5,9%.
El año siguiente, 2024, los sueldos públicos subirán otro 2%, de nuevo con una cláusula variable para incrementar el sueldo un 0,5% en caso de que el IPC acumulado de 2022, 2023 y 2024 supere el 8%. Esta parte ligada a la inflación se cobraría con carácter retroactivo y sería consolidable también.
Este esquema de alzas retributivas garantiza por tanto una subida mínima del 8% (incluyendo el 2% ya aplicado en enero pasado) repartida en tres años que podría llegar al 9,5% en este periodo si se activan las partes variables porque la inflación siga en niveles altos o la economía registre una buena evolución (podrá llegar al 9,8% si se tienen en cuenta las consolidaciones).