Desde Funcas alertan del peligro que supondría un aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ahora, como pide el ala de Gobierno de Unidas Podemos, ya que el sector servicios es donde más prevalencia tiene el SMI. “Es el sector donde los sueldos son más bajos. De ninguna manera se puede subir el salario mínimo. Sería un error”, asegura María Jesús Fernández, economista sénior de Funcas.
En la misma sintonía que Fernández, Antonio Pedraza, presidente de la comisión financiera del Consejo General de Economistas, señala que, en su mayoría, el tejido empresarial en España está formado por pequeñas empresas, para las que la nómina de los empleados supone el gasto más importante. “Para estas compañías el mecanismo más fácil de recortar gasto es mediante despidos, aunque luego tengan que indemnizar. No es el momento oportuno para subir el salario mínimo. No estamos recuperados todavía, estamos al comienzo de la recuperación. Lo más importante es dar alicientes al empresario para que contrate y, para eso, los costes tienen que ser más bajos. Al menos hasta que la recuperación lo permita”, argumenta Pedraza.
El sector que se encuentra más lejos de la recuperación es la hostelería, con 237.000 afiliados a la Seguridad Social menos que hace dos años. Lejos, en segundo lugar, se encuentra el comercio, que emplea a casi 41.000 personas menos que en junio de 2019. Por su parte, la cara contraria de esos malos datos la ofrecen las actividades sanitarias y servicios sociales, que dan trabajo a 130.313 personas más que hace dos años, lo que supone un incremento del 8,3%.
En segundo puesto, la educación aumentó la contratación un 7,9%, dando empleo así a 73.500 profesionales más que hace dos ejercicios. Así, estos dos sectores, en el marco de las contrataciones extraordinarias de personal sanitario y docente en la pandemia, absorben buena parte de los 278.000 puestos de trabajo perdidos en hostelería y comercio.
Por comunidades autónomas, las más castigadas han sido Canarias y Baleares, ambas muy dependientes del turismo internacional. Baleares, a pesar del gran envió que vivió en junio de este año, con un aumento de la contratación de más de 67.000 empleos, es con diferencia la comunidad autónoma que más trabajo ha destruido durante la pandemia. A día de hoy, tiene casi 55.000 afiliados menos a la Seguridad Social, lo que representa una caída del 11,5%. En cuanto a Canarias, la cual todavía no ha sido incluida en la lista de destinos seguros para los británicos (a diferencia de Baleares, que entró en junio), tiene 34.172 cotizantes menos que hace dos ejercicios.