El gasto en pensiones se ha desbocado, y el próximo año la cifra total será de 190.687 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 11,4% respecto al presupuesto inicial de 2022. Además, estas prestaciones suponen ya el 39,2% del presupuesto total de políticas de gasto, y el 14,5% del PIB, situado en 1,307 billones de euros.
Este crecimiento del gasto en pensiones se debe a varias razones: en primer lugar, porque el Gobierno ha decidido mantener la subida de estas rentas con la inflación, porque no se atreve a cambiar el sistema de revalorización recogido en la ley de la Seguridad Social. Y menos cuando el año que viene se celebran las elecciones municipales, autonómicas y generales. Y los pensionistas son 10 millones de personas por la jubilación de asalariados, autónomos y funcionarios.
Esto significa que el Ejecutivo ha previsto, inicialmente, que la cuantía media de las pensiones subirá el próximo año un 8,5%. Inicialmente, porque la subida definitiva se conocerá en noviembre, con el dato interanual sobre diciembre del año pasado.
Esto se debe a que el Gobierno incluye en los Presupuestos, en noviembre, y durante la tramitación parlamentaria, la revalorización definitiva de las prestaciones. En septiembre, el Índice de Precios de Consumo (IPC) interanual fue del 9%. En todo caso, el incremento de las pensiones en un 8,5% por la inflación supone un coste adicional para la Seguridad Social de 14.450 millones de euros.
Sin embargo, además de por la inflación, las pensiones también suben todos los años por otras causas que son inevitables. La primera es el denominado efecto sustitución. Esto significa que las nuevas pensiones que se dan de alta en el sistema son mucho más elevadas que las que se dan de baja por fallecimiento de los beneficiarios. Son el reflejo del incremento de los salarios por la negociación colectiva, las promociones profesionales y la antigüedad de los trabajadores en la empresa o la administración. Además, el incremento de la cuantía de las pensiones también se debe al crecimiento paulatino del número de jubilados.
Y, además, en los próximos años cada vez será mayor la entrada anual de nuevos pensionistas en el sistema. Van a empezar a jubilarse las cohortes de trabajadores que nacieron en la explosión de la natalidad, comprendida entre 1955 y 1975. Para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones, Hacienda transferirá a la Seguridad Social 19.888 millones de euros, 1.492 millones más que en 2022. Se trata de sustituir a las cotizaciones sociales por los impuestos para financiar otras prestaciones como la maternidad, los complementos por hijos en la pensión o las jubilaciones anticipadas, que no tienen reducciones.