Las empresas de Bizkaia han recortado su rentabilidad en los 3 primeros meses de 2022, en especial las industriales. Ésta es una de las conclusiones de la encuesta realizada por Cebek entre sus socias, que también deja clara la necesidad de liquidez, flexibilidad organizativa laboral y un pacto de rentas, según han explicado este martes los responsables de la patronal.
Según el análisis, el alza de los costes energéticos y de materias primas, la guerra en Ucrania, y la huelga del transporte "han afectado mucho" a la industria, en especial a las pequeñas empresas. Precisamente son las compañías industriales las más pesimistas y las que se declaran más afectadas que el resto del tejido empresarial por el precio de la energía (lo está el 98%, 7 puntos más que todo el colectivo), los problemas de aprovisionamiento (el 95%, frente al 88%), y la bajada de rentabilidad (que es una realidad en el 76% de firmas industriales, frente al 63% del conjunto empresarial).
En vísperas de su asamblea anual, que este miércoles retoma su carácter presencial en Bilbao, Cebek advierte que las empresas de Bizkaia viven un entorno difícil "tras varias crisis acumuladas en los últimos 15 años". Las incertidumbres que aún se ciernen sobre el panorama económico ha llevado a la patronal a revisar a la baja su previsión de crecimiento para Bizkaia este año, que queda en el 4,5% (alza igual a la estimada por el Gobierno para el conjunto de Euskadi) frente al 5,2% anterior.
La presidenta de Cebek, Carolina Pérez Toledo, ha presentado la encuesta acompañada del secretario general, Francisco Azpiazu; y de los vicepresidentes Asís Canales, Tamara Yagüe, Pedro Campo, y Ángela Fernández. A la cuestión de si sería imprescindible un acuerdo general sobre salarios en Euskadi para evitar que los efectos de la inflación se trasladen a los costes salariales, 92 de cada 100 entrevistadas dan una respuesta afirmativa.
Y preguntadas por qué medidas laborales necesitarían para los próximos meses, el grueso (65%) reclama flexibilidad interna (reparto del trabajo, bolsas de horas, entre otras) y ajustes salariales. Trasladada esta cuestión al ámbito financiero, las encuestadas reclaman avales del ICO, moratorias y aplazamientos de pagos fiscales, préstamos del Gobierno vasco junto a Elkargi, y acuerdos privados entre proveedores y clientes.
"Las empresas están dispuestas a hacer un esfuerzo en incrementos salariales, pero es imposible trasladar la inesperada y elevada inflación a los sueldos, porque las dejaría en situación de supervivencia: pedimos a los sindicatos que lo tengan en cuenta", ha dicho Azpiazu.