El incremento de personal registrado en 2018 supone un aumento del 0,66% en la plantilla pública, un alza que desde 2009 solo ha sido superada, con creces, en 2017. Aquel año, el personal al cargo de las administraciones públicas se elevó en 42.000 efectivos, hasta los 2,561 millones. En aquel caso, sin embargo, el mayor impulso lo brindaron los ayuntamientos, que sumaron 28.154 efectivos, seguidos de cerca por las comunidades autónomas, con 22.611 empleados más. La cifra neta quedó moderada por un retroceso de 10.703 trabajadores del Estado.
El aumento de 2017, que siguió a un leve repunte de 2016, terminó de romper con una racha de cuatro años de descensos consecutivos en el número de efectivos públicos. La mayor destrucción de empleo público se registró en 2012, cuando la plantilla se rebajó un 4,06%, lo que supuso prescindir de 109.091 personas. Esta tendencia supuso que los empleados del conjunto administraciones pasaran del récord de 2,696 millones de 2009 a 2,51 millones a cierre de 2015.
El ejercicio 2018 viene a confirmar que la senda descendente ha concluido, si bien modera el fuerte aumento del ejercicio anterior. En esta ocasión, sin embargo, el incremento está protagonizado fundamentalmente por las comunidades autónomas, que ganaron casi 13.000 empleados a las puertas de los recientes comicios regionales del 26 de mayo. Solo Castilla–La Mancha fue responsable de un incremento de 5.858 empleados (un 8,7% más, hasta los 73.370), mientras que Madrid sumó otros 2.807 y País Vasco 2.059 más. Solo tres regiones rebajaron su plantilla. Se trata de Extremadura, que la redujo en 994 personas, Castilla y León, que lo hizo en 508, y La Rioja, con 43 menos.
Les siguen los ayuntamientos y administraciones locales, con un aumento de 4.141 efectivos y las Universidades, con 3.816 empleados más que un año antes. Por el contrario, el personal de la administración central del Estado se redujo en 3.878 trabajadores. Una caída neta acentuada por la reducción de 4.763 efectivos en el personal ministerial.
Como resultado, el personal de la administración estatal ha descendido hasta los 507.830 trabajadores frente a los 592.813 que llegó a alcanzar al cierre de 2010, lo que supone la pérdida 85.000 empleados públicos en la última década y la cifra más baja desde 2002, según la estadística, y al menos desde 1998, según ha comprobado este diario.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, dos importantes cambios en entes públicos que han influido en la evolución del número de empleados de la administración estatal. De un lado, la creación de la sociedad Aena Aeropuerto S.A. en 2011 supuso una disminución de 8.579 efectivos en la entidad pública Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). A su vez, la reestructuración de la operadora Renfe y su fraccionamiento en cuatro sociedades mercantiles supuso la salida del cómputo de trabajadores públicos de 14.133 efectivos desde el 1 de enero de 2017.
En términos semestrales, frente a la última información disponible que es del pasado 1 de julio de 2018, el número de efectivos públicos cae un 0,2% debido en parte al fin de los contratos docentes del pasado verano.