La mayoría de estos beneficios fiscales están asociados al IVA (25.000 millones) y al IRPF (11.000 millones). En tercer lugar, se encontrarían los que afectan al impuesto de sociedades, que suma unos 5.600 millones, casi un 3% menos que en 2022. La reducción de las ventajas fiscales en Sociedades obedece sobre todo a la caída de los beneficios de las sociedades de inversión y la incidencia de la tributación mínima de las grandes empresas y grupos.
En concreto, el Gobierno estima que la tributación mínima del 15% para grandes empresas y grupos en consolidación fiscal recortará los beneficios fiscales de este tributo en 2023 en 670 millones de euros, lo que supone un 10,8% menos respecto a la cantidad que se hubiera obtenido en ausencia de dicho cambio normativo.
De su lado, la caída de los beneficios fiscales derivados del tipo reducido de gravamen del 1% aplicable a las sociedades de inversión, cuyo importe se sitúa en 108 millones de euros, supone un descenso de 442 millones de euros y una tasa de variación negativa del 80,4% respecto a 2022.
Los incentivos fiscales en el IVA, que aumentan un 3%, crecen fundamentalmente por las expectativas de moderados crecimientos tanto del consumo privado como de la inversión en vivienda a lo largo de 2023. A ello hay que sumar los efectos de los cambios normativos en los tipos impositivos reducidos aplicables a determinados suministros de energía eléctrica y al gas natural, tributando al 5% durante el segundo semestre y último trimestre de 2022, respectivamente, pero que afectará también a los ingresos de 2023 correspondientes a las cuotas devengadas en los dos últimos meses de este año.
En el impuesto sobre la renta, los incentivos caen un tímido 1,6%. Las principales razones de esta reducción se encuentran en el recorte de la base imponible por aportaciones a sistemas de previsión social, con una caída de 190 millones; la deducción por inversión en vivienda habitual, con 98 millones menos; y las variaciones moderadas de las deducciones por familia numerosa y personas con discapacidad, la deducción por maternidad o la reducción por rendimientos del trabajo.
Cabe recordar que estos beneficios no se ven afectados por los cambios normativos que los Presupuestos recogen en materia de los tributos de naturaleza directa, cuya repercusión se dilatará hasta el siguiente año. En este grupo se incluye la modificación en las reducciones por rendimientos del trabajo que anunció el Gobierno la semana pasada para aliviar la carga impositiva de los contribuyentes de menores ingresos.