La necesidad de combatir la inflación pudo más que las expectativas. Aunque la Reserva Federal se enfrenta a un difícil equilibrio en los próximos meses para controlar los precios y evitar el deterioro de la economía, el Comité de Mercado Abierto (FOMC) aplaza para próximos meses la moderación del endurecimiento de la política monetaria. Los miembros de la institución acordaron por cuarta vez en el año una subida de los tipos en 75 puntos básicos, hasta situarlos en la horquilla del 3,75%-4%, máximos de 2008. La decisión contó con el visto bueno de todos los miembros.
La fortaleza que sigue mostrando el mercado laboral -el sector privado creó en octubre 239.000 empleos, por encima de los 195.000 previstos-, la salida de recesión de la economía EE UU en el tercer trimestre y el temor a que la inflación se enquiste dan margen a Jerome Powell para mantener su política de subida de tipos acelerada, una estrategia que empezó a implementar en marzo y que ha llevado a la Fed a elevar las tasas en 375 puntos básicos en lo que va de año. Se trata del endurecimiento monetario más contundente desde la década de los 1980.
"El aumento del empleo ha sido fuerte en los últimos meses, y la tasa de desempleo se ha mantenido baja. La inflación sigue siendo elevada, lo que refleja los desequilibrios de la oferta y la demanda relacionados con la pandemia, el aumento de los precios de los alimentos y la energía. La guerra de Rusia contra Ucrania está causando enormes dificultades económicas", reza el comunicado.
La Reserva Federal sigue los pasos del BCE y anticipa su intención de seguir subiendo las tasas de manera continuada, pero a un ritmo más moderado, en sintonía con lo que ha venido descontando el mercado en las últimas semanas. Por primera vez en 11 meses, el comité incluye en el comunicado la idea de un repunte de los tipos "apropiados" para alcanzar una política monetaria lo suficientemente restrictiva y devolver los precios al objetivo del 2%.
A la hora de determinar las futuras subidas, la institución tendrá en cuenta el endurecimiento acumulado hasta la fecha, ya sea vía subida de tipos o a través de la reducción del balance, así como el retraso con el que la política monetaria afecta a la actividad económica, a la inflación y a las condiciones financieras. Después de haber sido criticados por pasar por alto la inflación en 2021, los funcionarios son conscientes que la política tarda en reflejarse en la economía y que cuanto más restrictiva se vuelve, más frena el crecimiento. Es decir, se hacen eco de los riesgos de recesión que empiezan a circular por el mercado.
En la rueda de prensa, Powell afirmó que es conveniente ralentizar el ritmo de las subidas, pero rechazó poner una fecha concreta. "Puede llegar tan pronto como la próxima reunión o la siguiente. No se ha tomado ninguna decisión", subrayó. A pesar de la presión recibida desde Washington y el mercado, el presidente del banco central considera que no han acelerado demasiado o que el ritmo de las subidas ha sido muy rápido. "Creo que ha sido un programa bueno y exitoso. Pero seguimos pensando que es necesario continuar aumentando los tipos. Nos queda algo de terreno por cubrir. Y lo haremos", recalcó. A diferencia de lo realizado en las últimas semanas por el Banco de Canadá, el de Nueva Zelanda o el de Australia, Powell cree que es muy prematuro hacer una pausa.
Nada más conocerse la decesión de la Fed, los operadores de mercado han empezado a poner en precio una subida de 50 puntos básicos en diciembre. Según estas proyecciones los tipos alcanzarán el 4,4% este año y el 4,6% el próximo, en línea con lo apuntado en las últimas proyecciones. El mercado aplaza a 2024 el recorte del precio del dinero. No obstante, en la rueda de prensa Powell reconoció la posibilidad de que la tasa final supere el umbral del 4,6%. "Los datos recibidos desde nuestra última reunión sugieren que el nivel final de tipos de interés será más alto de lo esperado anteriormente", remarcó. En las últimas semanas algunas firmas de análisis como PIMCO o Pictet AM han empezado a hablar de la posibilidad de que los tipos escalen hasta el 5%, niveles que no se ven desde 2007.
Junto a la subida de los tipos, el banco central estadounidense acordó mantener sin cambios la reducción del balance. El comité señaló que seguirán reduciendo las tenencias de bonos del Tesoro y valores respaldado por hipotecas a un ritmo de aproximadamente un billón de dólares en los próximos 12 meses.