La renta real per cápita en España ha vuelto caer en el segundo trimestre de este año, hasta un 1,2% trimestral, después de que entre enero y marzo registrara un descenso del 1,06%. Así lo ha señalado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su último informe publicado este lunes, en el cual alerta de un derrumbe generalizado de las rentas familiares durante la primavera, pese al repunte del Producto Interior Bruto (PIB). En el área que compone la OCDE, la pérdida ha sido del 3,8%, impulsada en gran medida por Estados Unidos, donde el Gobierno ha empezado a retirar el apoyo fiscal que brindó durante la pandemia.
Los estadounidenses encabezan la mayor caída de la renta per cápita disponible de toda la OCDE, con una bajada del 8,35% respecto de los tres meses anteriores, cuando su riqueza había aumentado un 11,2%. Las malas cifras del país americano son las que llevan en picada la media tanto del G7 como del conjunto de la OCDE. No obstante, hay otros Estados que también dieron pérdidas entre abril y junio; entre ellos destaca Grecia (-4%), Hungría (-2,7%), Países Bajos (-2,1%), Irlanda (-1,4%) y España (-1,17%). Del otro lado de la balanza se encuentra Chile con el mayor crecimiento del ingreso familiar (22,1%), lo que, según el informe, “refleja la política del Gobierno de brindar a las personas acceso temprano a sus pensiones”.
La disminución del ingreso familiar supone un viraje en la tendencia que se observó durante el primer periodo de 2021, cuando se registró un crecimiento del 5,2% en el conjunto de los países de la OCDE. También desinfla el optimismo provocado por el aumento del 1,6% en el PIB per cápita de la zona durante el segundo trimestre, que incluyó un incremento para todos sus miembros salvo tres. En el caso español, supone el séptimo descenso trimestral de la renta per cápita en los últimos ocho trimestres, con excepción del tercer trimestre de 2020, cuando hubo una subida del 9,5%.
El caso español, sin embargo, no sigue la tendencia del resto de países. Desde finales de 2019 y hasta el primer trimestre de este año, España se había colocado a la cabeza en la caída de ingresos entre los países de la OCDE, con un 5,4%. Solo le superaba Austria, que en el mismo periodo había bajado un 10,1%. El rezago de la economía nacional llevó en septiembre al Instituto Nacional de Estadística (INE) a recortar sus estimaciones de avance del PIB para el segundo trimestre de este año, al pasar del 2,8% al 1,1% en tasa intertrimestral y del 19,8% al 17,5% en la anual. Esta revisión a la baja fomentó a su vez que el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujera sus previsiones de crecimiento hasta dejarlas en 5,7% para 2021. Muy lejos del 6,4% que había dado en su proyección inicial de primavera. A esta caída en el avance del PIB se suma la casi nula reducción en la tasa de desempleo española, que, según la propia organización internacional, nada más caerá del 15,5% al 15,4% este año.