La Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) prepara una circular que les obligará a remitir una carta a los dueños de planes de pensiones de empleo, cada año, informándoles de cuál es la estimación de pensión privada que van a tener cuando se jubilen.
El supervisor de seguros, dependiente del Ministerio de Economía, acaba de sacar a consultas esta nueva normativa, que no es sino la transposición de una directiva europea, de 2016, que pretende armonizar los fondos de pensiones de empleo, un vehículo de previsión social que promueve la empresa o la administración pública en beneficio de sus empleados.
Una de las exigencias de esta directiva es que cuando una compañía está metiendo dinero para la jubilación de su plantilla, que la gestora de esos fondos les informe adecuadamente de cuánto dinero podrían llegar a tener ahorrado cuando llegue la edad de su retiro puedan empezar a comprar esa pensión privada, como complemento de la pública.
A la hora de hacer el cálculo, la gestora deberá tener en cuenta una previsión de los tipos de interés futuros, hipótesis biométricas sobre cada asalariado, hipótesis sobre aportaciones futuras y derechos consolidados (“contemplando la evolución previsible de la inflación y la tendencia de los salarios”), y varios escenarios sobre las previsiones económicas.