El anuncio de la reducción de las compras de deuda tendrá que esperar aún, pero la Reserva Federal ya trabaja en ello. El comité de mercado abierto de la Fed (FOMC) considera que, si la mejora económica continúa, la moderación de las compras de activos puede estar “pronto justificada”, según reconoció ayer el presidente de la Fed, Jerome Powell, quien avanzó que la retirada de estímulos podría finalizar a mediados de 2022.
A falta de un anuncio formal del tapering, el mercado espera que se confirme a finales de año, sea en diciembre o en noviembre. Pero con independencia de cuando se comunique, su puesta en marcha será previsiblemente en el próximo año y se prolongará hasta “mediados del próximo año”, una idea que enfatizó ayer Powell.
En una cita en la que todas las miradas estaban puestas en el programa de compras, la principal novedad llegó de la mano de los tipos. Aunque los expertos consideran clave que Powell disocie el tapering del alza de las tasas, cada día son más los responsables del FOMC los que ven oportuno acabar con la era de los tipos cero. Eso es lo que se desprende de la actualización de las proyecciones. Por ahora el precio del dinero permanece sin cambios en la horquilla del 0% y 0,25%, pero la mitad de sus miembros ven adecuado que en 2022 suban los tipos, dos más que hace tres meses. La otra mitad, más cautelosa, se muestra partidaria de no tocar las tasas hasta 2023, año para el que se prevén al menos dos subidas.
“Los avances en el proceso de vacunación y el fuerte apoyo de las políticas han contribuido al fortalecimiento de los indicadores macroeconómicos mientras el empleo ha seguido fortaleciéndose”, señaló el comité. Aunque los sectores más perjudicados por la pandemia han mejorado, la institución considera que el aumento de los casos de Covid derivados de la variante Delta ha ralentizado su recuperación. “La inflación es elevada, pero se debe en gran medida a factores transitorios”, apuntó.
Siguiendo las directrices de la nueva estrategia, la Fed reiteró que permitirá que la inflación supere el 2% durante algún tiempo sin que esto se traduzca en un alza de tipos. El comité cree que el rango actual de tipos debe mantenerse hasta que las condiciones laborales alcancen niveles consistentes con sus objetivos.
Además de las referencias a la reducción de las compras y las proyecciones de tipos, la Fed aprovechó la ocasión para actualizar sus proyecciones macroeconómicas. El banco central estima ahora que el PIB de EE UU crecerá este año menos de lo previsto, un 5,9% frente al 7% estimado en junio, una tesis que se mantiene en línea con lo esperado por los analistas que consideran que la recuperación económica podría estar empezando a tocar techo. En 2022 calcula que la economía avanzará un 3,8% en 2022 y un 2,5% en 2023.