La Reserva Federal comienza el martes una reunión que arrojará luz sobre el programa de compra de deuda introducido durante la pandemia para apuntalar la economía. Está previsto que la Reserva Federal envíe esta semana una señal más clara sobre sus planes para comenzar a retirar los estímulos introducidos durante la pandemia, mientras los consumidores estadounidenses siguen impulsando la recuperación económica.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal empieza el martes una reunión de dos días que debería arrojar luz sobre el futuro del enorme programa de compra de deuda que puso en marcha el año pasado para estabilizar los mercados financieros y apuntalar la economía. Los detalles irán acompañados de una nueva serie de previsiones sobre el crecimiento, el desempleo y la inflación y, lo que es más importante, de las expectativas sobre cuándo podrían empezar a subir los tipos de interés desde los niveles actuales cercanos a cero.
Jay Powell, el presidente de la Fed, aseguró el mes pasado que cree que una medida para reducir esas compras a finales de año podría ser ‘apropiada’ si la economía sigue evolucionando como se espera. Ese mensaje fue reiterado a principios de septiembre por uno de sus colaboradores más cercanos, John Williams, presidente de la sucursal del banco central en Nueva York, incluso después de conocerse un informe de empleo en agosto que resultó no ser muy favorable.
La Fed se ha comprometido a comprar 120.000 millones de dólares de bonos del Tesoro y valores respaldados por hipotecas al mes hasta que vea un ‘progreso sustancial’ hacia una inflación en torno al 2% y el máximo empleo. Powell indicó el mes pasado que el primero de estos objetivos ya se habían cumplido. El ritmo de crecimiento de los precios al consumo en EEUU sigue rondando el máximo de los últimos 13 años. Además, ya hay señales de que está empezando a alcanzar máximos en algunos sectores y a ampliarse en otros. También señaló un ‘claro progreso’ en la recuperación del mercado laboral.
Los halcones argumentan que la economía ya tiene una base lo suficientemente firme como para empezar a reducir las ayudas, lo que hace pensar que habrá cambios en breve. Si la Fed introduce cambios en noviembre sólo contaría con un informe de empleo más para hacer balance antes de tomar su decisión, mientras que esperar hasta diciembre daría al banco central tiempo para analizar los datos de empleo de septiembre y octubre.
Según Michael Feroli, economista jefe de JPMorgan, otro informe “dudoso” podría aplazar el calendario previsto, aunque, en su opinión, ‘serían necesarios datos muy negativos para que cambien su hoja de ruta’. Los economistas prevén que ese giro se producirá, y que la declaración que se publique tras la conclusión de la reunión del miércoles se actualizará para reflejar los progresos realizados hasta el momento.
Una vez que la Reserva Federal comience a reducir sus compras, el proceso podría concluir el segundo trimestre del próximo año. La reunión también traerá consigo nuevas previsiones sobre las perspectivas económicas y una actualización de las proyecciones de tipos de interés, que por primera vez incluirá una previsión para 2024.