El 46% de las empresas españolas reconoce que el bajo nivel de inversión no le ha permitido iniciar su transformación digital. Es una de las conclusiones que se extraen del informe Think Digital Report, elaborado por la escuela de negocios Three Points en colaboración con Savills Aguirre Newman, The Guardian, European Blockchain Convention y Microsoft, entre otros, y presentado este lunes, que mide la evolución de las empresas iberoamericanas en este sentido. A pesar de ello, el 52% de las compañías tiene intención de ejecutar un proceso de adopción digital en el próximo año.
La cultura actual de la empresa (39%) es la siguiente gran barrera que se encuentran quienes quieren implementar un plan de digitalización por primera vez. Un freno que pasa a la primera posición en el caso de organizaciones que ya han iniciado su proceso de transformación pero que buscan desarrollarlo, según declara el 65% de las mismas. Por su parte, la falta de habilidades digitales (37%) o de una comunicación clara (35%) completan el podio.
En la mayoría de los casos, la dirección de sistemas es la que está liderando esta transformación (37%), seguida de la dirección general (19%). Llama la atención que, si bien este aspecto cada vez cobra más importancia en la agenda pública, solo el 30% de las compañías ha creado un área específica o ha definidos responsables concretos para llevar a cabo este proceso de digitalización.
El departamento de negocio es el que concentran un mayor porcentaje de los recursos para realizar esta transición en términos generales. Un dato que contrasta con el hecho de que las empresas manifiestan que tanto el talento como la cultura son los principales escollos que encuentran. Estas áreas, sin embargo, son también las que menos reciben: no están en las prioridades de la agenda ni a la hora de invertir, pues ambas son señaladas por menos del 20% de las organizaciones en ambos casos.
La aparición de compañías tecnológicas disruptivas está logrando un impacto en las más consolidadas, pues la entrada en escena de estos nuevos competidores digitales es una de las principales razones que motivó a las empresas a realizar un proceso de transformación (58%), solo por detrás de la necesidad de rentabilizar las operaciones (56%). En tercer lugar, se sitúa la respuesta ante un cambio muy significativo por parte de las demandas de los consumidores (35%). Como se preveía, la pandemia también ha sido una fuerte dinamizadora de estos cambios y se sitúa como el cuarto motivo (33%).