La demanda de crédito al consumo cae por primera vez en dos años

La demanda de crédito al consumo cae por primera vez en dos años

En los primeros tres meses del año, los hogares solicitaron a los bancos menos créditos al consumo. Se trata de la primera vez desde finales de 2016 que la demanda de estos préstamos cae, según revela la Encuesta sobre Préstamos Bancarios (EPB) publicada hoy por el Banco de España y realizada a 10 instituciones financieras.

Las razones de esta menor petición de créditos al consumo se explican, según sostienen las entidades consultadas, debido a que los hogares gastaron menos y tiraron más de ahorros. Pero también, al hecho de que recurrieron a otro tipo de financiación externa más allá de los bancos generalistas como, por ejemplo, entidades especializadas.

De hecho, la fuerte competencia entre los distintos actores ha provocado que el precio del crédito se haya abaratado desde máximos de la crisis, aunque todavía sigue muy por encima de la media europea: en España, el tipo de interés medio de un crédito al consumo de entre 1 y 5 años es de 8,2%, frente al 5,2% de la zona euro. Con todo, ese abaratamiento de las condiciones ha producido, según recoge la encuesta, “un estrechamiento de los márgenes”, es decir, una menor rentabilidad para las entidades financieras.

El descenso de la demanda de crédito al consumo también puede haberse debido, en parte, al endurecimiento de los criterios de concesión por segundo trimestre consecutivo. Según explica el organismo dirigido por Pablo Hernández de Cos, las entidades se están volviendo más estrictas por la desaceleración y el consecuente “empeoramiento de las perspectivas económicas generales”, una dinámica que seguirá manteniéndose a lo largo de este trimestre recién iniciado.

Frente al rápido crecimiento del crédito al consumo, que en el último año estaba registrando alzas de doble dígito, el Banco de España ya avisó en septiembre pasado de que ello podía implicar “riesgos futuros para la estabilidad financiera y macroeconómica al elevar la vulnerabilidad de los agentes frente a perturbaciones adversas”, de ahí, en parte, que se haya endurecido el acceso.

Entre enero y marzo, las peticiones de fondos a los bancos por parte de las empresas también vieron reducido su número, especialmente las solicitadas por grandes corporaciones, mientras que aquellas pedidas por las pymes se mantuvieron. Además de recurrir en mayor medida a financiación externa (como fue también el caso del crédito al consumo), la disminución de la demanda se debió especialmente a la contracción de las inversiones en capital fijo, así como al descenso de operaciones de fusión, adquisición y reestructuración de corporaciones.