El presidente de la patronal catalana Foment del Treball y vicepresidente de la CEOE, Josep Sánchez Llibre, cree que el Ministerio de Trabajo y Economía Social debe “revisar su rigidez y su ideología” para poder llegar a acuerdos con los empresarios, puesto que las posiciones actualmente son “muy distantes”. Ha considerado que algunos planteamientos del Gobierno van en la dirección contraria a la creación de empleo, ya que introducen “rigideces y sobrecostes” y promueven un “elevado grado de intervencionismo gubernamental, administrativo y sindical” en contratación temporal, condiciones de trabajo, convenios de empresa, ultraactividad o regulación de los expedientes de empleo ERTE.
Según Sánchez Llibre, la subida de las cotizaciones sociales en la reforma de las pensiones ha sido “precipitada” y la califica de “un impuesto más a la contratación” que no resuelve el déficit de la Seguridad Social, cuando lo que habría que hacer es un pacto social tripartito para que, a partir de 2022, haya 22 millones de cotizantes y se logren al año incrementos de recaudación de 13.000 millones de euros. En una entrevista, ha considerado que el alza de cotizaciones del Gobierno pactada con los sindicatos va “en la dirección equivocada” para que la Unión Europea siga liberando fondos comunitarios para la recuperación.
De las negociaciones sobre la reforma laboral de 2012, el vicepresidente de la CEOE destaca que ha sido clave para la creación de empleo, por lo que defiende su modernización para aumentar la estabilidad de los puestos de trabajo (reduciendo los costes ligados a las contrataciones indefinidas) y teniendo en cuenta que la temporalidad “siempre va a existir”, por lo que pide no penalizarla. Sobre la incorporación de los jóvenes al mercado laboral subraya que aquí sí se puede llegar a “importantes consensos” y de los mecanismos de flexiseguridad dice que “hay margen para llegar a acuerdos”.
Para el vicepresidente de la patronal CEOE la flexibilidad ha de entenderse como un mecanismo modernizador de las relaciones laborales que permite la “imprescindible capacidad de adaptación empresarial a sus necesidades, así como, a las de los trabajadores”.