La campaña de verano ha propiciado que el mercado laboral siguiera recuperándose. La economía española creó 359.300 empleos en el tercer trimestre del año, con lo que la ocupación ya crece a un ritmo del 4,45% anual y el número de ocupados vuelve a rebasar la barrera de los 20 millones de trabajadores (20.031.000), según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al periodo de julio a septiembre hechos hoy públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esto supone no solo superar el nivel de empleo que se tenía antes de que estallara la crisis pandémica –19,96 millones en el último trimestre de 2019– sino que es el número de ocupados más alto desde el cuarto trimestre de 2008 cuando se contabilizaban 20,05 millones de trabajadores. Al tiempo, el número de desempleados baja en 127.100 personas, con lo que la tasa de paro desciende del 15,26% al 14,57%. De esta manera, el número total de parados se sitúa en 3,4 millones, tras recortarse en 306.200 desempleados en el último año. Este descenso es fruto de la creación de empleo y de un avance de la población activa más contenido ya que creció 332.200 personas, por debajo de la creación de empleo.
La creación de empleo este verano ha estado repartida en términos similares entre hombres (173.900 más) y mujeres (185.400 ocupados). El 86% de la nueva ocupación corresponde a trabajadores españoles (309.400) y los 50.000 restantes fueron extranjeros. En una proporción parecida, el sector privado generó la inmensa mayoría del nuevo empleo, con 314.800 nuevos trabajadores, frente a los 44.500 creados en el sector público.
El sector servicios volvió a ser el que tiró en mayor medida del empleo, como es habitual también en la campaña de verano. Así, estas actividades ganaron 377.200 ocupados, un 2,5% más en el trimestre, y lideran también la recuperación de la ocupación en el año, con 739.000 puestos generados en los últimos doce meses, con lo que el ritmo de crecimiento interanual es del 5%, superando la media general del empleo (4,45%).
La industria fue el otro sector que creó puestos de trabajo en verano, 63.000 más; aunque el empleo industrial es el que menos se está recuperando en términos anuales, ya que solo ha ganado 44.300 ocupados en los últimos doce meses, lo que supone un crecimiento del empleo del 1,5%, el más bajo de todos los sectores con diferencia, algo que no es una buena noticia para el cambio del patrón del modelo productivo al que aspira la economía española. Por su parte, la construcción, que estaba registrando un buen ritmo de recuperación, con una creación de empleo anual del 3,5%, perdió 31.300 ocupados en verano, algo que es habitual por la campaña estival.
La mejora del empleo está siendo más evidente para los asalariados que para los autónomos. Los primeros aumentaron en 409.100 trabajadores en el tercer trimestre frente a una caída de 49.600 de los trabajadores por cuenta propia. Si bien, entre los distintos tipos de este último colectivo el comportamiento fue muy diferente. Mientras los autónomos que son empleadores y tienen trabajadores contratados crecieron en 14.800 en el tercer trimestre, con lo que ya habría un 6% más que hace un año, anotándose un fuerte crecimiento interanual, aquellos que no tienen asalariados se recortaron en 60.000 personas en verano, lo que representa 29.000 menos que hace un año y una caída del empleo entre el colectivo del 1,4% anual (frente a un avance del empleo asalariado del 5% interanual).
Lo que se ha comportado como se esperaba en una campaña de verano es la temporalidad, cuya tasa escala un punto respecto al segundo trimestre hasta el 26%. Pero, nuevamente, la eventualidad de los contratos afecta con mayor intensidad al sector público donde el 31,6% de sus trabajadores es temporal (30,5% en el trimestre anterior), mientras que en la empresa privada la temporalidad es del 24,5% (23,6% en el segundo trimestre).
La EPA ha medido el impacto de la pandemia a través de dos datos fundamentalmente: el número de ocupados ausentes de su empleo en la semana de referencia de la encuesta y el número de horas trabajadas. El primero de estos datos indica que en el tercer trimestre los ocupados que no estaban en su empleo se duplicaron respecto al trimestre anterior, pasando de 1,49 a 3,8 millones, si bien esto obedece a la incidencia de las vacaciones de verano. El INE explica que, sin embargo, la ausencia por enfermedad se ha reducido en 33.500 este trimestre y la debida a expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) en 108.600.