La Comisión Europea considera que la actual regulación de la venta de créditos empaquetados a través de las titulizaciones es adecuada y que no requiere una reforma. La banca en pleno del Viejo Continente no puede estar más en desacuerdo. Las nueve principales patronales europeas e internacionales han unido sus fuerzas para demostrar hasta qué punto es absoluta su oposición. Ya se manifestaron en contra en la consulta pública que precedió a la decisión de dejar todo como está tomada en octubre por Bruselas, donde el 80% de las respuestas pidieron cambios y negaron la afirmación de que la actual regulación de las titulizaciones ha mejorado el acceso al crédito de la economía real, y lo vuelven a hacer ahora.
La patronal bancaria europea (EBF), la que agrupa a los bancos mayoristas (AFME), la del crédito al consumo (Eurofinas), la Asociación Internacional de Gestores de Carteras de Crédito y otras cinco agrupaciones han remitido una carta conjunta a la Comisión y al Parlamento europeos en la que piden que se rechace el dictamen de octubre y que se aborde de forma inmediata la reforma de un mercado que hace posible que los bancos puedan empaquetar créditos y sacarlos del balance mediante su venta a inversores.
El sector asegura que este instrumento es vital porque es el único con el que los bancos pueden liberar el capital que está retenido en esos créditos y hacer hueco para volver a prestar. "En estos momentos de incertidumbre para la economía europea, los recursos frescos que generan las titulizaciones son especialmente valiosos", explica la misiva. "Europa necesita esta herramienta más que nunca", añade.
Las patronales atacan todos los argumentos que usa Bruselas para mantener en pie la actual regulación. El volumen de titulizaciones en Europa lleva años cayendo y no es por factores macroeconómicos, como dice la Comisión Europea, ni por la inyección de liquidez de los bancos centrales o por el efecto de la pandemia de Covid. "Estados Unidos ha conseguido los niveles de emisión más altos de su historia en 2020 y 2021" y ha sufrido los mismos factores, destaca la carta.
"La falta de un mercado de titulizaciones que funcione está menoscabando la competitividad de los bancos europeos y su capacidad de reciclar capital con el que respaldar nueva financiación", afirma. El objetivo del sector es que Bruselas lleve a cabo una revisión total de la regulación actual, pero, si esa opción se descarta, lo que pide al menos es que se reformen los aspectos concretos de las normativas que afectan a los bancos y a las aseguradoras que están suponiendo el mayor obstáculo.
Las críticas no son nuevas. El sector financiero lleva exigiendo una reforma de las titulizaciones desde que Europa cambió la regulación tras la crisis de las hipotecas subprime e introdujo mayores controles para evitar que el escándalo vivido en Estados Unidos pudiera repetirse en el Viejo Continente.
Pero los bancos aseguran que las nuevas normas han matado el mercado al impedir la liberación efectiva de capital, que es la única razón que tienen las entidades para titulizar sus préstamos. Y lo demuestran con cifras. Mientras que en 2008 el volumen de titulización en Europa fue de 820.000 millones de euros, el año pasado se quedó en 233.000 millones, cuando en el país donde estallaron las hipotecas subprime ha sucedido todo lo contrario: la cuantía en Estados Unidos ha crecido en el mismo periodo desde los 970.000 millones hasta los 3,9 billones de euros.