La banca europea paga 37.800 millones al BCE por su exceso de liquidez

La banca europea paga 37.800 millones al BCE por su exceso de liquidez

Casi 40.000 millones de euros: 37.800 millones. Es lo que la banca de la zona euro ha pagado al BCE por su exceso de liquidez desde que se estableció el tipo negativo en la facilidad de depósito, allá por junio de 2014, en el -0,1%. Una controvertida penalización, duramente criticada por el sector, y con la que el Banco Central Europeo ha promovido que el sector bancario ponga a trabajar la lluvia de liquidez que le ha concedido en estos años, una inyección de dinero que se ha disparado de forma arrolladora con la crisis por la pandemia.

La decisión de poner en negativo la tasa de depósito supuso que la banca empezaba a pagar por aparcar su dinero en la hucha del BCE y fue parte de una serie de medidas con las que intentar estimular la economía y los precios en la zona euro y que se han multiplicado en el último año. Tras esa primera incursión en los tipos en negativo, llegaron los tipos de referencia al cero en marzo de 2016, y también entonces la rebaja al -0,4% en la facilidad de depósito.

En septiembre de 2019, ya en la recta final de su mandato, Mario Draghi anunció un recorte de esa tasa al -0,5%, el nivel al que sigue desde entonces, en paralelo a una medida –denominada tiering– con la que eximir de penalización a parte del exceso de liquidez de los bancos.

El resultado de todo ello es el pago al BCE por parte de la banca de 37.800 millones de euros a lo largo de casi siete años. Una cifra mínima si se compara con los más de cuatro billones de euros de exceso de liquidez que presentan las entidades de la zona euro tras las ingentes inyecciones de financiación bonificada lanzada por el BCE a raíz de la crisis.

Fuentes del BCE explican que esa cifra se desglosa en alrededor de 26.000 millones en penalización por la liquidez en las cuentas de las entidades en sus respectivos bancos centrales y otros 11.000 millones en los cargos en la facilidad de depósito. Y añaden que se trata de un mero dato contable que hay que poner en el contexto de las medidas extraordinarias tomadas por la institución.

De hecho, el BCE insiste en defender que los tipos negativos tienen un efecto beneficioso y, si por un lado han dañado el margen de negocio de la banca, por otro han asegurado un mínimo coste de financiación para la economía y el respaldo necesario para su recuperación, clave para el negocio bancario.

“La penalización del BCE al exceso de liquidez ha castigado sobre todo a los bancos del Norte de Europa, con unos niveles de liquidez mucho más elevados. Además, con sus bonos soberanos en interés negativo desde hace tiempo, las líneas TLTRO no les han supuesto tanto incentivo. El caso de la banca española o italiana es el contrario, les ha aliviado mucho el dinero gratis de la financiación del BCE”, explica Carlos García, analista de banca de Mutuactivos. De la cuantía abonada al BCE por el exceso de liquidez, la gran parte correspondería a bancos alemanes y holandeses y una parte muy pequeña a los españoles.