La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), Cristina Herrero, aseguró que Los Presupuestos Generales del Estado 2023 presentan una serie de carencias notables en las cuentas del próximo año, que ya viene advirtiendo en el pasado y que están comenzando a convertirse en prácticas habituales en el que hacer de los presupuestos, lo que según su presidenta resta calidad informativa y le quitan potencia como herramienta de planificación económica debilitando su función de rendición de cuentas y provoca que antes de su entrada en vigor ya se trata de unas cuentas que nacen "viciadas".
Así destaca la infravaloración de los ingresos de 2022, la no incorporación de medidas, la falta de información sobre la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) y la falta de integración en una estrategia fiscal a medio plazo. Así estima que, a medio plazo, el déficit del conjunto de administraciones públicas se estabiliza en torno al 3,2% del PIB, agotándose el margen de reducción sin adoptar medidas adicionales.
Por otro lado, los Presupuestos siguen sin aportar información de contabilidad nacional del presupuesto inicial, ni de los ajustes de contabilidad nacional ni de ejecución del PRTR. Además, no resuelven las deficiencias que se generan en el proceso de aval del cuadro macroeconómico por parte de la AIReF y no se enmarcan en una estrategia de medio plazo.
La Airef ha alertado de estas debilidades en ocasiones anteriores a través de la inclusión de nuevas recomendaciones y la reiteración y ampliación de recomendaciones anteriores en el Informe sobre los Presupuestos de 2022 (octubre 2021) y en el aval de las previsiones macroeconómicas del proyecto de Presupuestos 2023 (octubre 2023).
Sobre el escenario macroeconómico, reitera que el crecimiento nominal que acompaña a los Presupuestos no presenta diferencias sustantivas con la previsión actual de la Airef. Sin embargo, sí hay diferencias respecto a las perspectivas de crecimiento real e inflación, la composición del crecimiento real y la percepción de riesgos. La Airef ha revisado su estimación de crecimiento real al 1,5%, mientras que el Gobierno la ha rebajado al 2,1%.
La presidenta de Airef calcula que el 50% del incremento de la recaudación de este año y el 75% de la prevista para 2023 es como consecuencia de la inflación. Es por ello por lo que consideró que los ingresos están infravalorados y cuantifica este desvío en unos 9.000 millones de euros.
Aunque el Ejecutivo ha acercado sus previsiones a las de la entidad, se siguen situando en la parte optimista del intervalo de confianza y por encima de la mayoría de los analistas e instituciones. En paralelo, se ha producido una revisión al alza generalizada de las previsiones de inflación, si bien menos intensa en el caso del Gobierno, que prevé una evolución del deflactor que se sitúa en el límite inferior del intervalo central de la Airef.
Sigue detectando importantes riesgos que rodean el escenario central: el de seguridad de suministro del gas, el endurecimiento de la política monetaria, el comportamiento del consumo privado, los riesgos de inflación y los riesgos de ejecución de las inversiones del PRTR, puesto que la AIReF estima un impacto más gradual y dilatado en el tiempo de lo que estimaba en mayo.
Con el fin de ayudar a la planificación económica de medio plazo que la Airef considera esencial en este entorno de incertidumbre y que incluye de forma reiterada entre sus recomendaciones, la Autoridad presenta un escenario macroeconómico completo hasta el año 2026. Según este escenario, la economía retomaría una senda de recuperación en la primavera de 2023 y recuperaría los niveles de actividad previos a la pandemia en el primer trimestre de 2024. En concreto, el PIB se moderará al 1,5% en 2023, tras haber crecido un 4,4% en 2022. En 2024 crecerá un 2,7%, en 2025 aumentará un 1,8% y en 2026, un 1,6%.
El déficit público se situará en el 3,3% en 2023 sin incluir la prórroga del paquete de medidas energéticas, tras cerrar el año 2022 en el 4,4% del PIB. Las previsiones de la Airef continúan 6 décimas por debajo a las tasas de referencia establecidas por el Gobierno. En el medio plazo, estima que el déficit de las AAPP se estabilizará en torno al 3,2% del PIB, observándose un ligero repunte en 2026 hasta el 3,3% del PIB. El margen para la reducción del déficit sin adoptar medidas adicionales se agota y el desfase de las cuentas se estabiliza por encima del límite del 3% del PIB fijado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.