La directora de la Agencia Tributaria cree que el mayor pago con tarjeta tras la pandemia, los límites a abonos en efectivo y las inspecciones explican, junto a la inflación, la recaudación de 2022. "Evidentemente, en una situación como la de 2022, la inflación influye" en el extraordinario incremento de la recaudación impositiva que está cosechando Hacienda, admitió ayer la directora de la Agencia Tributaria, Soledad Fernández Doctor, para matizar que, sin embargo, hay otros factores detrás del aumento de los ingresos públicos que pueden tener un carácter más estructural como es el afloramiento de la economía sumergida. Así, expuso, el auge de los pagos con tarjeta que ha potenciado la pandemia, la limitación a los abonos en efectivo introducidos por la ley antifraude y las inspecciones del Fisco explicarían parte de la sobrerecaudación que se está logrando este año.
De momento, la recaudación tributaria arrojaba al cierre del mes de agosto 27.000 millones de euros más que en el mismo periodo de 2021, un 18% adicional. Así, aunque el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023 estima, a partir de datos de junio, que el año acabará con unos ingresos impositivos extra de unos 20.000 millones (9% más), desde Hacienda barajan que al aumento final sea de al menos 30.000 millones. Y eso teniendo en cuenta que el Gobierno ha impulsado una rebaja de la fiscalidad de la luz de unos 10.000 millones y que ahora teme que la desaceleración económica frene la recaudación por Sociedades en el tramo final del año.
Semejante desfase en las previsiones presupuestarias de ingresos fue duramente criticado el martes por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef). "A mí me sorprende que la autoridad responsable de la consolidación fiscal critique el Presupuesto por prudente, pero prefiero quedarme con esa crítica que no cuando se nos hace en el sentido contrario", repuso ayer en TVE la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Se trata, en todo caso, de un incremento inédito de la recaudación que la propia Agencia Tributaria viene achacando fundamentalmente a la mejora del empleo y al efecto que tiene sobre precios y salarios la inflación, que acabará el año con un avance medio cercano al 8,5% tras pasar el verano creciendo a doble dígito. Tanto el Banco de España como Airef admiten que no son capaces de explicar plenamente semejante incremento de ingresos pese a la desaceleración económica. En todo caso, la Airef estima que solo el 50% del incremento es achacable a la inflación.
Por su parte, el secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón, avanzó el martes en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados que el servicio de estudios de la Agencia Tributaria está analizando qué parte del incremento es achacable a la inflación mientras estudia qué otros factores explican el alza y qué parte de los ingresos extra se consolidarán.
En su comparecencia ante esta misma comisión parlamentaria, la nueva directora de la Agencia Tributaria avanzó ayer que el alza de precios está teniendo un impacto notable en los ingresos por IVA (que hasta agosto arrojaba 9.800 millones extra, un 20,1% más), pero que el efecto no es tan directo en IRPF (10.800 millones más, un aumento del 16,7%) o Sociedades (5.000 millones adicionales, un 52,7% más).
"La recaudación tributaria real acumulada en 2022 está creciendo", en parte por la inflación, admitió la directora de la Agencia Tributaria, para añadir que, no obstante, "aquí pueden influir otros factores como el incremento del uso de los pagos con tarjeta" a partir de la pandemia. El temor a que el intercambio de billetes y monedas fuera fuente de contagio del coronavirus, unido al aumento de las compras online durante el confinamiento de primavera de 2020, terminaron de dar un importante impulso a los pagos con tarjeta de débito y crédito. En concreto, ilustró Fernández, el volumen de los pagos con tarjeta han pasado de estar a la par con los abonos en efectivo en 2017 a duplicarlos tras la pandemia.
"Lógicamente los pagos con tarjeta permiten tener una trazabilidad mucho más clara que los pagos en efectivo acerca de las transacciones y las operaciones comerciales y por lo tanto eso también puede estar influyendo en que empresarios y las empresas estén declarando con mayor acercamiento a la realidad", concluyó la responsable de la Agencia Tributaria.
"Otro factor que ha podido influir es la limitación de los pagos en efectivo", expuso Fernández, recordando que la ley antifraude vigente desde julio de 2021 rebajó de 2.500 a 1.000 euros el límite de pagos en mano que pueden realizarse cuando una de las partes sea un empresario o un profesional, y rebajó de 15.000 a 10.000 euros el pago máximo en efectivo que puede realizar un no residente.