El consejo de administración de Sareb aprobó ayer por unanimidad el nombramiento de Javier García del Río como nuevo presidente, en sustitución de Jaime Echegoyen, quien presentó su renuncia voluntaria al cargo hace tres semanas. Fuentes cercanas a Sareb aseguraron que, en esta reunión, celebrada tras la junta de accionistas, no se debatió vías para que el Estado adquiera la participación de los bancos en Sareb. Para llevar a cabo esta operación, el Ejecutivo debe modificar la normativa del banco malo, ya que se creó como una empresa privada en a que el Estado cuenta con el 45,9% de su capital y el resto se reparte, sobre todo, entre Santander, CaixaBank y Sabadell, y otros bancos más pequeños.
La idea es que el Gobierno anuncie en las próximas semanas este cambio legislativo. Sareb se constituyó bajo el Real Decreto 1559/2012, por el que se establece el régimen jurídico de las sociedades de gestión de activos, y donde se especifica que debe contar con accionistas públicos y privados, de ahí que para que pase a manos públicas se debe modificar esa norma. Este proyecto tiene su origen en la decisión de Eurostat de que su deuda compute como déficit público.
En el cierre de 2020, Sareb había cancelado el 31,2% de la deuda emitida en el momento de su constitución, por lo que todavía debe devolver 34.918 millones de euros, un importe que ha pasado a computar como deuda pública tras una reciente decisión de Eurostat que establece que Sareb debe reclasificarse dentro del perímetro de cuentas del sector público. La salida de Echegoyen se ha hecho efectiva después de la junta de accionistas de Sareb aprobase las cuentas anuales de 2020 (que arrojaron unas pérdidas netas de 1.073 millones de euros), el informe de gestión y las remuneraciones del consejo de administración en el ejercicio 2021.
Asimismo, se ha aprobado las operaciones societarias necesarias para la ejecución de la conversión en capital de 1.429 millones de euros de deuda subordinada para restablecer el equilibrio patrimonial. Tras esta operación, los recursos propios de Sareb, una vez cargado el resultado neto del último ejercicio, han quedado constituidos por 587 millones de euros de capital a cierre de 2020. Tal y como recoge la última actualización de su plan de negocio, este banco malo verá consumidos los fondos propios en un corto plazo, aunque esto no implica que esté en causa de disolución o que tenga necesidad de reducir capital social. Pero varias fuentes señalan que será entonces cuando el banco malo podría pasar a manos totalmente públicas.
También se ha aprobado la designación de KPMG como auditor entre 2022 a 2024. García del Río, que se incorporó a la compañía en febrero de 2020 como director general adjunto al presidente y en octubre del mismo año fue nombrado consejero delegado, es Ingeniero Industrial por la ETS de Ingenieros de Sevilla y posee una amplia experiencia en la recuperación y puesta en valor de porfolios de préstamos morosos (NPL, por sus siglas en inglés) y activos inmobiliarios.