“Septiembre ha supuesto el regreso definitivo a los flujos de contratación habituales antes de la pandemia”, aseguraba ayer el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey. Se refería a que las oficinas públicas de empleo registraron casi dos millones de contratos en septiembre, una cifra a la que no se ha llegado en un solo mes desde que estalló la pandemia. Esta mayor contratación refleja un retorno a la actividad, pero, de otro lado, también representa una noticia negativa, según explicó ayer el propio Pérez Rey, porque refleja “la excesiva exposición de España a los contratos temporales”.
Ante esta situación, el número dos de Trabajo, actualizó las cifras de la actuación de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en materia de lucha contra el fraude en la contratación temporal, avanzando que los efectivos de este organismo han obligado a la conversión de 174.000 contratos temporales fraudulentos en contratos indefinidos en lo que va de año. Si bien esta no es la única actuación del Gobierno contra la excesiva temporalidad, porque los trabajos para la modernización del mercado de trabajo que están llevando a cabo el Ejecutivo y los agentes sociales –y que debería estar lista este año para cumplir con lo comprometido con Bruselas– incluirá una “profunda reforma de la contratación temporal”, recordó ayer Pérez Rey.
Hasta la fecha sólo ha transcendido la intención del Gobierno de acotar más la causalidad de los contratos temporales y, en ese sentido, ha barajado eliminar la modalidad de ‘obra y servicio’ que permite contratos eventuales de hasta tres años de duración, según fuentes conocedoras de la negociación. En este escenario reformista, Pérez Rey fue preguntado ayer por la demanda hecha este fin de semana por el CEO mundial del Grupo Adecco, Alain Dehaze, para que las empresas de trabajo temporal (ETT) puedan hacer contratos fijos a trabajadores a los que después cedan a distintas empresas, pero con una relación indefinida con la empresa de colocación.
Según dijo el secretario de Estado la ley no impide actualmente a las ETT hacer esos contratos indefinidos. Si bien, fuentes del sector del trabajo temporal aseguran que, aunque no exista una prohibición expresa, la normativa solo permite a estas empresas hacer contratos por tres causas (todas ellas temporales): interinidad, necesidades de la producción o por necesidades de la obra o el servicio. A este respecto no se comprometió a estudiar esta vía, aunque dijo que cualquier forma de generalizar la contratación indefinida en las empresas es “interesante”.
Por su parte, la patronal CEOE también reaccionó a las cifras del mercado laboral que se conocieron ayer reclamando “mantener la cautela en relación a la intensidad de la recuperación de la economía española, dada la incertidumbre futura” y pidió “ser prudentes en las medidas” que se tomen. E insistió en que “urge dotar de seguridad jurídica y confianza” en el marco de las reformas laboral y fiscal, eliminando toda rigidez e incremento de costes.