La Agencia Tributaria lleva años realizando comprobaciones sobre la residencia real de los grandes patrimonios españoles. La gran novedad, incorporada a las directrices del Plan de Control Tributario de 2021, ha sido el establecimiento de un censo de potenciales residentes que cruza la información fiscal de los contribuyentes con los datos que la Agencia Tributaria recibe de otros Estados, de instituciones y de fuentes abiertas, para desarrollar una serie de análisis de información big data que permite reconstruir el historial de permanencia en territorio español de los ciudadanos de mayor fortuna del territorio. El sistema facilita detectar cuáles de ellos residen más de 183 días del año en el país, la mitad del ejercicio, y por tanto deben tributar en España.
"Las especiales características de estos contribuyentes requieren el uso de mecanismos de análisis sofisticado para investigar y comprender complejos entramados financieros y societarios controlados por los mismos, lo que ha supuesto un importante esfuerzo en el desarrollo de herramientas informáticas específicas", detalla el plan de acción de la Agencia Tributaria, que añade que sus nuevas "herramientas masivas de tratamiento de datos han permitido determinar el patrimonio neto de los ciudadanos, sus flujos globales de renta y sus relaciones familiares, económicas y societarias". Se trata de un sistema de tratamiento de big data que bebe de más de 70 fuentes de información y que permite al Fisco seleccionar perfiles de riesgo que debe someter a inspecciones fiscales.
Así, partiendo del listado total de contribuyentes, el programa de Hacienda realiza un primer cribado sobre su residencia fiscal a través de cuatro cribados. En primer lugar, analiza indicios de su presencia física en territorio español a partir de sus datos tributarios, financieros (incluyendo titularidad de cuentas, empresas o transacciones), de propiedad inmobiliaria y facturación por compra de bienes y servicios. En segundo término, se incorporan sus riesgos fiscales y, en tercer lugar, sus relaciones familiares y societarias, añadiendo a la ficha los datos del entorno personal y empresarial del contribuyente. Finalmente, en cuarto lugar, se cruzan los datos de rentas y variaciones patrimoniales no justificadas, a través de los flujos de ingresos y consumo de la unidad familiar, para contrastar la existencia de rentas no declaradas y la ubicación de los gastos.
Con toda esta información, la herramienta determina cuáles de los contribuyentes que oficialmente residen fuera del país pueden tener realmente su residencia efectiva en España. Los pocos miles de contribuyentes señalados son los que quedan sujetos a inspección.
Los expedientes generados contienen en primer lugar un dossier de la investigación que justifica las pesquisas conformando un "calendario de indicios" a partir de: los contratos de suministro y consumo de energía de los inmuebles utilizados por el contribuyente en el año; las compras y ventas gravadas con IVA informatizadas diariamente mediante el suministro inmediato de información (SII); sus retiradas de efectivo de bancos o cajeros; los cambios de divisa realizados; los paquetes recibidos de compras por internet; las importaciones efectuadas e incluso las multas de tráfico que se le hayan impuesto en España, entre otros datos.
Una vez abierto un requerimiento específico de información al contribuyente, o a su entorno, el programa recopila un "calendario de pruebas de investigación" que incorpora sus visitas médicas; pagos con tarjeta nacionales o extranjeras; aparición en redes sociales o medios de comunicación; y sus vuelos nacionales e internacionales.
Desde la Agencia Tributaria avanzan que este operativo será utilizado para controlar que las grandes fortunas no traten de eludir el pago del nuevo impuesto solidario mediante la fijación de residencias ficticias en el extranjero. En todo caso, recuerdan, Hacienda suele impulsar planes específicos de inspección para reforzar la aplicación efectiva de los nuevos impuestos que aprueba, y es de esperar que este tipo de comprobaciones se refuercen en el plan de actuación de la Agencia Tributaria para 2023.