El debate sobre la reforma del sistema de financiación autonómica arrancará en noviembre, un año después de lo comprometido inicialmente antes del estallido de la pandemia, con la publicación de un primer informe de conclusiones sobre el caduco modelo vigente. Así lo ha avanzado, en una entrevista concedida a Servimedia, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, que pidió una “actitud constructiva” a las comunidades autónomas.
La negociación, en todo caso, se promete larga y compleja, en vista de la oposición frontal de regiones como Madrid a la pretensión del Gobierno de impulsar una armonización tributaria entre los distintos territorios. Algo para lo que, en todo caso, el Gobierno esperará a conocer el informe del comité de expertos para la reforma fiscal que se publicará a finales del próximo mes de febrero.
Mientras tanto, Montero aseveró estar centrada en impulsar unos nuevos Presupuestos para 2022, que está diseñando en “sintonía” con Unidas Podemos y con miras a recibir el apoyo del bloque parlamentario que apoyó la investidura de Pedro Sánchez. “Todas las formaciones políticas que han ido arrimando el hombro desde que llegamos al Gobierno y desde que estalló la pandemia, que es donde más se requiere que el conjunto de los actores sociales realmente ponga su fuerza a disposición de la salida de la pandemia y la recuperación económica, esos partidos políticos manifiestan disposición a pactar los Presupuestos”, aseguró. Las cuentas que PSOE y Podemos impulsaron para 2021 se aprobaron con el apoyo PNV, ERC, Bildu, PDeCat, Más País, Compromís, Nueva Canarias, PRC y Teruel Existe.
En la entrevista, Montero admitió que las nuevas cuentas podrían incluir algunos ajustes fiscales, pero sostuvo que “no serán significativos ni nucleares”, ya que su intención es que “la parte más importante” de la reforma fiscal que quiere acometer el Ejecutivo se produzca de cara a 2023, una vez recibido el informe de los expertos fiscales anteriormente citado. Así, por ejemplo, reveló, Hacienda no tiene en mente recuperar de momento la equiparación tributaria del diésel y la gasolina que inicialmente incluyó en las cuentas de 2021 y que acabó retirando para asegurarse los apoyos necesarios para sacarlas adelante.