Cataluña tiene uno de los tipos del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) más elevados de España y hace un uso muy reducido de las desgravaciones, según un informe del departamento de Economía de Foment del Treball publicado este jueves. En concreto, presenta el tipo mínimo más alto, con un 12%, que se sitúa dos puntos y medio por encima de la media, y el cuarto más alto en los tipos máximos, con un 25,5%, junto a Asturias y Cantabria, y solo superado por Comunidad Valenciana (29,5%).
Foment apunta que estos tipos de IRPF altos provocan que Cataluña no sea “atractiva ni competitiva fiscalmente”, ya que comunidades autónomas con un Producto Interior Bruto (PIB) parecido tienen tipos impositivos más bajos y pone como ejemplo Madrid con un mínimo del 9% y un máximo del 21%. Además, constata que las deducciones posibles son insuficientes y apunta que “sería muy positivo introducirlas para las familias numerosas (general o especial) y monoparentales”, además de en caso de parto o adopción múltiple con el fin de facilitar y potenciar el aumento de la natalidad, informa Europa Press.
Destaca que no existen deducciones por gatos de enfermedad, ni por dependencia, minusvalía o por tercera edad, siendo la única comunidad autónoma del régimen común sin ninguna deducción en esta categoría. Foment señala que Cataluña “apenas presenta deducción alguna” en vivienda, y señala que, en sus palabras, debería plantear deducciones que incentiven el crecimiento del parque tanto de alquiler como de propiedad.
Por otro lado, la patronal valora muy positivamente la deducción del 25% por donaciones a la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación (I+D+i), aunque apunta que se debería acompañar de otras deducciones. Tampoco existen deducciones en el ámbito laboral, algo que, según la patronal “sería positivo usarlas para atraer talento y emprendimiento a zonas rurales en riesgo de despoblación”, así como en la educación. La patronal señala que se deberían implementar deducciones que faciliten una movilidad “más sostenible” a través de la compra de vehículos eléctricos y de abonos de transporte público.