La Fundación de Estudios para la Economía Aplicada (Fedea) plantea que las pensiones y los sueldos públicos suban en 2023 con la inflación subyacente, y no con la tasa general, como solución para repartir el coste de la guerra en Ucrania "de la forma más equitativa posible" e insiste en la necesidad de alcanzar un pacto de rentas para evitar que la inflación se cronifique.
En un número especial de su boletín dedicado a la crisis ucraniana, Fedea considera necesario que el Gobierno negocie un pacto de rentas con los agentes sociales (que dieron por cerrada la mesa de diálogo el pasado jueves ante la falta de entendimiento) y que cuente también con el apoyo de los partidos políticos, para evitar "una espiral inflacionista que sería perjudicial para todos". Según advierte el documento, la ausencia de un pacto podría cronificar la inflación, lo que "reduciría la competitividad internacional del país y el valor real de buena parte de los ahorros".
El planteamiento de Fedea apuesta por "mantener el crecimiento de los salarios y las pensiones por debajo de la inflación general", con la posible excepción de las pensiones mínimas, y apuesta por tomar como referencia la inflación subyacente o el resultado de restar de la inflación general "el shock de precios a la importación acumulado durante el último año". En este punto, recuerdan que "el incremento acumulado de los precios de las importaciones supone una pérdida importante de renta real que, en ausencia de ajustes, podría llegar a los siete puntos de PIB contando desde comienzos de 2021".
¿Y cómo deben actuar las empresas ante la inflación? En este caso, Fedea indica que el objetivo debería fijarse en términos de la variación de los márgenes empresariales con respecto a sus niveles previos a la crisis, y no en términos de un objetivo uniforme de crecimiento de los precios, pues estos tendrían que crecer a ritmos distintos entre sectores en función del peso en sus costes de la energía y materias primas afectadas. Así, el boletín recoge que el pacto debería incluir también ayudas extraordinarias de carácter transitorio a las familias de menor renta y a los sectores más afectados, en línea con las anunciadas hasta el momento.
Fedea reconoce que el acuerdo y la implementación de un pacto de estas características sería complicado y no se llegaría a una fórmula ideal "para cortar la inflación en seco" pero recuerdan que también seguro que la ausencia de un pacto "tendría consecuencias mucho peores pues haría más probable una cronificación de la inflación que reduciría nuestra competitividad internacional y el valor real de buena parte de nuestros ahorros". Todo, "sin evitar la pérdida citada de renta real, que se repartiría además de forma desigual, en función del poder de mercado y la capacidad de presión de las empresas y colectivos de trabajadores".
En una valoración a las medidas adoptadas por el Ejecutivo para reducir el impacto de la guerra iniciada por Rusia y suavizar la subida de los precios de la energía y otras materias primas, desde Fedea consideran "acertadas" las específicas para los sectores productivos más afectados por el encarecimiento de la energía y para los hogares con menos recursos, por su "lógica paliativa", pero ve "discutible" que esas acciones deban extenderse al conjunto de las empresas y familias.
Se refiere a las bonificaciones generalizadas al precio de los combustibles, la reducción o suspensión de los impuestos que recaen sobre la electricidad o el esquema 'ibérico' de "desacoplamiento" entre los precios del gas y la electricidad que el Gobierno ha negociado con la Comisión Europea. En su análisis, apuntan a que "la generalización de las ayudas aumenta mucho su coste presupuestario, desperdicia recursos al dirigirlos hacia grupos poco afectados y estimula la demanda de energía", explica la fundación en el documento, en el que además añade que se contribuye "a empujar sus precios al alza y a engordar los ingresos de Rusia".
Incidiendo en esta 'excepción ibérica', Fedea reconoce que permitirá reducir significativamente el precio para muchos consumidores y empresas, pero "supone un incentivo al mayor consumo de gas". Como solución eficiente a la aplicación de estas medidas, Fedea propone destinar los incrementos de recaudación por IVA e impuestos especiales generados por la subida de precios energéticos a compensar a los grupos más perjudicados por dicha subida.
Tampoco compra Fedea otras medidas del Gobierno, entre las que se encuentran "las limitaciones a la actualización de los alquileres residenciales" o "la prohibición del despido objetivo por causas ligadas a la guerra", porque, dicen, pueden tener efectos contrarios a los deseados.