El Ejecutivo incluye en los Presupuestos ya una subida del 8,6% para las bases más altas como pretexto de un incremento hasta mitad de siglo que pretende igualar las cuotas con el resto de países europeos. Sin embargo, la empresa española asumía en 2020 ya el 29,9% del salario bruto del trabajador en cotizaciones a la Seguridad Social, lo que supone 8 puntos porcentuales más que la media de los países de la UE, si bien cuenta con un límite superior de cotizaciones más bajo que el resto de grandes economías del euro.
La media de los Veintisiete que conforman la UE cifra en el 21,9% porcentaje del salario bruto que pagan las empresas en cotizaciones a la Seguridad Social, mientras la media de las economías desarrolladas baja hasta el 16,3%. Recuperando el informe de Competitividad Fiscal elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE), que recoge que España tiene una mayor cuña fiscal que la OCDE que se fundamenta principalmente en la carga de las cotizaciones sociales sobre la empresa.
De las cuatro grandes economías de la eurozona, las empresas en Francia lideran la carga por cotizaciones, pues más de un tercio del salario bruto (el 36,3%) va destinado a engrosar su Seguridad Social. La carga en Italia asciende hasta el 31,6% del salario bruto, mientras es Alemania quien tiene unas reglas más favorables: sus empresas asumen el 19,9% del salario para cotizaciones sociales, por debajo de la media europea.
Ya modificaciones previas recogen cambios en el tipo de cotización que preocupan al empresariado en España. El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), de cuya firma se cayó la patronal CEOE-Cepyme, incluye una subida de los tipos de cotización de 0,6 puntos, medio punto a cargo de la empresa y una décima a cargo del empleado. Según la patronal de las pymes, "supone la primera subida de los tipos de cotización desde la aprobación de la Ley General de la Seguridad Social", declaraban. Esto implica que, el año próximo, las firmas españolas pagarán a la Seguridad Social el 30,4% del salario bruto.
De hecho, el incremento de cotizaciones por la subida del 8,6% de las bases de cotización más la introducción del al Mecanismo de Equidad, genera un rechazo frontal en la patronal CEOE. Tanto en público, como de forma interna, la patronal asegura que seguirán negociando. De frente, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que el pasado viernes mostraba su esperanza en que un posible acuerdo sobre este asunto con la CEOE no se vea "amenazado" por el malestar de la patronal. Recuerda que "queda ya muy poco para completar toda la reforma", y espera que esta medida pueda salir adelante con el respaldo de la patronal.
Una cuña fiscal más elevada en relación con otros países, como sucede en España, supone un mayor coste laboral para las empresas, lo cual puede tener varias implicaciones negativas para nuestra economía. En primer lugar, un mayor coste laboral puede suponer un deterioro de la competitividad de la economía. Y, en segundo lugar, mayores costes laborales pueden incidir negativamente sobre la generación de empleo por parte de nuestro tejido empresarial, recogía entonces el IEE.
Las bases de cotización son un punto de desencuentro entre el Gobierno y los empresarios: por arriba, por la ampliación del 8,6% que la dejará en 4.495,39 euros mensuales (53.944,68 anuales), según cálculos facilitados por el propio Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones; por el límite inferior, por la subida del Salario Mínimo, aún por determinar.