La secretaria de Estado de Energía de España, Sara Aagesen, ha solicitado este martes a los titulares de energía de Europa fijar el precio del gas y dividir el precio de la energía en “marginal e inframarginal”. La petición de Aagesen, que se ha dado en el contexto de un pleno extraordinario del Consejo de Europa, busca profundizar en otras medidas que el Gobierno ha presentado a los 27 para controlar la crisis energética que afecta a todo el bloque. Países Bajos, Alemania y otros miembros se han mostrado en contra de hacer reformas profundas que puedan afectar el mercado único energético europeo, mientras que Francia e Italia coinciden más con España.
La representante española ha solicitado “Desacoplar los precios de la electricidad dentro el mercado marcando dos precios, el marginal e inframarginal, de forma que se obtendría un precio medio de referencia para los consumidores. De esta manera, el precio de la electricidad estaría directamente vinculado al mix de producción de cada país. En el caso español, vinculado a las externalidades positivas que tiene la generación renovable. De esta manera, estaríamos menos expuestos a las volatilidades”.
Aagesen, solicitó además fijar un precio máximo del gas para generar “impacto en el mercado mayorista”, aunque añadió que se tendría que dar una compensación a los sujetos afectados. España también insiste en otras dos ideas que ya había trasladado a Bruselas en estas semanas de debate: la creación de una plataforma para la compra conjunta de gas para establecer una reserva estratégica de este recurso y examinar la especulación en el sistema de comercio de emisiones de CO2.
Con estas propuestas, el Gobierno español apunta a cambiar el sistema marginalista de precios en la UE, en el que la energía más cara marca el precio total y que se ha visto recientemente golpeado por el alza en el precio mundial del gas. “Lo que no es normal que los ciudadanos y las empresas no perciban los beneficios y el abaratamiento de la electricidad. Sí perciben los beneficios medioambientales, pero no el beneficio completo de estas políticas que se apoyan a nivel europeo” ha afirmado Aagesen, que también resaltó que España ha aplicado “todas y cada una” de las medidas de la caja de herramientas que la Unión Europea ha puesto a disposición de los miembros.
La comisaria de Energía de la Unión Europea, Kadri Simson, no se ha mostrado convencida sobre la propuesta española: “No está totalmente claro cómo funcionará en la práctica un sistema con precios para las distintas fuentes de energía o si será mejor alternativa que el diseño actual del mercado eléctrico”, ha dicho en una rueda de prensa la tras la reunión en Luxemburgo.
Por otra parte, un grupo de países liderado por Alemania, Países Bajos y los nórdicos han publicado una declaración conjunta justo antes de la reunión de ministros de Energía en la que rechazan una reforma de calado del mercado eléctrico europeo y apuestan por medidas nacionales temporales para actuar frente al aumento actual de los precios.
Europa concuerda en que debe tomar medidas como bloque para enfrentar la crisis energética, sin embargo, está dividida en cuanto al enfoque el bloque debe tomar. Mientras que España, Francia e Italia abogan por reformas profundas que permitan al bloque blindarse frente a futuras subidas en el precio del gas, Alemania, Países bajos y los países nórdicos, que afirman que la crisis es coyuntural, abogan por reformas menos radicales.