Entre 2023 y 2025 los autónomos que inicien una nueva actividad tendrán que pagar a la Seguridad Social 80 euros al mes durante esos tres años. Esta cifra supone un incremento de 20 euros respecto a los 60 actuales que pagan ahora de tarifa plana los autónomos en esta situación. Esta es la última propuesta sobre esta cuestión que ha hecho José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, a las organizaciones de autónomos, dentro del Anteproyecto de Ley del nuevo modelo de cotización del colectivo.
En realidad, Escrivá quiere cambiar la tarifa plana, restringiendo su acceso y acomodando el pago a la situación de la economía y de la Seguridad Social, en lugar de establecer una cifra fija que cambia de vez en cuando. Por lo tanto, a partir de 2026, al final del periodo transitorio comprendido entre 2023 y 2025, los Presupuestos Generales del Estado serán los que fijen la cuantía anual de la cuota reducida para los autónomos que inicien una nueva actividad, o que, pasados tres años, vuelvan a intentarlo. El objetivo de esta última medida es evitar que un autónomo se aproveche de las ayudas de la Seguridad Social para cambiar de negocio cada año, si las cosas no le van bien.
Es más, a diferencia de ahora, el borrador de la norma autoriza al autónomo a continuar un segundo año con la tarifa plan, siempre que sus rendimientos netos sean inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) anual, que ahora está en 14.000 euros. Para ello, el pequeño empresario deberá hacer una declaración con su previsión de rendimientos durante el segundo año. Incluso, a diferencia también de lo que ocurre ahora, la cotización dejará de ser reducida si en el segundo año de actividad los rendimientos superan el SMI. Con ello, el Gobierno trata de evitar que un autónomo con ingresos relevantes pueda seguir cotizando con la tarifa plana, que es lo que ha descubierto la Seguridad Social que ocurre ahora en bastantes ocasiones.
No obstante, la reforma también da ventajas en protección social a los autónomos que tengan ingresos más bajos. Por ejemplo, a quienes por sus ingresos tengan una base de cotización comprendida entre 800,65 y 950,98 euros la Seguridad Social garantizará durante 6 meses una base mínima de cotización entre 2023 y 2024, equivalente a 960 euros mensuales, a efectos de que puedan mejorar su pensión en el futuro. Se trata de autónomos que tienen rendimientos netos entre 670 y 1.300 euros al mes.