Funcionarios de la Comisión Europea se entrevistaron ayer con técnicos de la Seguridad Social para evaluar los cambios legales en materia de pensiones aprobados en el segundo trimestre: la reforma de los planes de pensiones de empleo para las empresas; y la del nuevo modelo de cotización por ingresos reales de los autónomos. Así lo confirmó el propio ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, quien confió en que España obtenga una buena nota con estas reformas y Bruselas libere la parte de los fondos europeos condicionada a estas modificaciones legales.
Pero, además, los denominados hombres de negro -que se entrevistaron con los responsables gubernamentales durante algo menos de dos horas- preguntaron también por los planes de España para completar la parte pendiente de esta reforma y que se resume en dos cuestiones: un aumento de las bases máximas de cotización y pensiones máximas; y también en, antes de fin de año, hallar la fórmula más adecuada para hacer el sistema más contributivo, tomando más años de cotización para calcular la pensión, sin que esto suponga recortes generalizados, al tiempo que mejore las carreras de cotización de quienes sean expulsados del mercado de trabajo en sus últimos años de vida laboral. Para ello Escrivá quiere jugar con la ampliación del citado periodo de cómputo, pero descartando un número de años de peores cotizaciones y/o mejorando el tratamiento de las lagunas de cotización.
Bruselas ya había manifestado algunas críticas respecto a la primera parte de la reforma, concretamente por el diseño del factor de equidad intergeneracional que desde la Comisión consideran demasiado "semiautomático", cuando debería ser, en su opinión, automático del todo en el ajuste de las pensiones. En ese punto, Escrivá también ha reconocido públicamente en varias intervenciones que modificará este factor ya aprobado si así se lo requiere Bruselas tras esta ronda de evaluación. Hoy será el turno de empresarios y sindicatos con los que los hombres de negro abordarán igualmente esta reforma de pensiones.
Mientras, el mercado de trabajo español sigue aguantando pese a la crisis inflacionaria y la incertidumbre generada por la guerra de Ucrania. Así se supo ayer al conocerse los datos de afiliación previstos para el cierre de septiembre, cuando se esperan alrededor de 40.000 nuevos afiliados (60.000 cotizantes más en términos desestacionalizados). Se trata de un muy buen comportamiento de la afiliación para un mes de septiembre, que, según el propio Escrivá, que presentó los datos, es incluso "sorprendente para lo que está lloviendo".
El ministro instó a los expertos, a que "reflexionen sobre las causas de esta resiliencia que está demostrando el mercado laboral y la economía española". Precisamente él mismo apuntó a un par de posibles causas. Por un lado, dijo que el conjunto de los agentes económicos (empresas y sindicatos) "piensan que este incremento de la inflación es pasajero y por eso no modifican su visión del medio plazo ni sus decisiones de inversión y contratación".
Mientras que, en segundo lugar, señaló a los "elevados" beneficios de las empresas, que podrían justificar también en parte, esta buena marcha del empleo. En concreto, explicó que califica de elevadas las ganancias empresariales por las previsiones de crecimiento de la recaudación del impuesto de sociedades, del 2,7%, medio punto más que en ejercicios anteriores, dijo Escrivá. Si bien, precisó que no tiene suficientes datos para afirmar que es el aumento de los márgenes empresariales lo que está sosteniendo la ocupación.
Las cifras esperadas para final de septiembre son algo más bajas que las de ese mes en 2021, pero superiores a la media del periodo 2017-2019, que es con la que hacen la comparación los expertos, debido a que 2020 y 2021 son años menos comparables por los fuertes efectos de la pandemia y su recuperación. En cuanto a la calidad del nuevo empleo se mantiene el buen ritmo de ganancia de empleo indefinido, cuyo stock de trabajadores ya representa el 83% del total de afiliados, diez puntos más que en enero, cuando entró en vigor la reforma laboral.
Desde la recuperación de los niveles de empleo prepandémicos, en agosto de 2021, se han creado 750.000 empleos, entre los que Escrivá destacó el avance de la ocupación en sectores con mayor valor añadido como la informática, donde la afiliación creció un 17% respecto a antes de la crisis sanitaria; la sanidad, con un avance del 9,4% y las profesiones científico técnicas, que han subido un 9,2% en comparación con antes del Covid.