Una semana después de que la Reserva Federal de EE UU decidiera mantener sin cambios los tipos de interés, su presidente, Jerome Powell, ha vuelto a acaparar los focos. Después de que Donald Trump volviera a pedir su dimisión y afirmara que cuenta con las armas legales para forzar su cese, Powell ha lanzado un mensaje al magnate estadounidense afirmando que en “las mayores democracias, los bancos centrales son independientes”. Es decir, que las decisiones de política monetaria no han de supeditarse a los deseos de los gobiernos.
“La Fed está aislada de las presiones políticas a corto plazo”, reafirmó el banquero. Las declaraciones de Powell se producen en respuesta a los mensajes lanzados por Twitter el lunes en los que afirmaba que la Fed “no sabe lo que está haciendo”. El presidente de EE UU, que reprochaba a Janet Yellen que mantuviera los tipos bajos de manera artificial, cree que sin las subidas de las tasas la economía estadounidense habría crecido entre un 4% y un 5%. El presidente señala, además, que, pese a los máximos históricos registrados por la Bolsa estadounidense, el incremento del precio del dinero “ha restado miles de puntos al Dow Jones”.
Más allá de defender la actuación de la Fed, Powell reiteró que monitorizarán de cerca la economía y aunque han hecho una pausa en alza de las tasas, el presidente de la institución pide calma para evitar una sobrerreacción en el corto plazo. No obstante, el responsable de la política monetaria afirma ha aumentado la incertidumbre económica desde el pasado 1 mayo debido a los conflictos comerciales que está generando la guerra arancelaria. “Disponemos de las herramientas necesarias para hacer frente a la situación y entre estos instrumentos destacan la rebaja de los tipos de interés, que es competencia de los bancos centrales”, afirmó.
Ante las dudas que están generando las presiones de Trump, Powell defendió que las cuatro subidas de tipos no fueron un error, lo que sí lo fueron a cierre del pasado ejercicio eran las previsiones de alzas en 2019. En diciembre la institución barajaba dos subidas, tres meses después descartó incrementos este ejercicio y ahora los miembros del comité discuten la posibilidad de recortes.
El presidente de la Fed de San Luis, el único que votó a favor de una rebaja de los tipos este mes, reiteró que pese a la cautela que muestran las proyecciones de la institución, las tasas cerrarán 50 puntos por debajo de los niveles actuales. Es decir, a cierre de año se situarán entre el 0,75 y 1%, una decisión que refrendaron siete los miembros del banco central en la última reunión.