En 2018 se trabajaron un total de 330 millones de horas extras

En 2018 se trabajaron un total de 330 millones de horas extras

Se podría concluir que el control horario comienza a surtir algún efecto y que se está moderando una práctica, la de las horas extras no declaradas y no pagadas, que la ley persigue eliminar. No obstante, aunque desde la implantación de la normativa el número de horas extras no remuneradas ha bajado un 4,7%, todavía supone más del 47% de las realizadas.

Estas cifras muestran, según UGT, que la introducción de mejoras legales para ayudar a controlar las horas extraordinarias tiene efectos positivos, pero también que aún queda mucho trabajo por hacer en esta materia, en la que el fraude empresarial sigue siendo muy elevado.

Si no es la mayoría, muchas empresas se han puesto manos a la obra para cumplir la ley. En el primer semestre de este año, las horas extras se redujeron un 11,6% respecto a las efectuadas en el mismo periodo de 2018. En concreto, la aparición de la normativa ha significado un aumento del volumen de negocio.

Al calor de la ley, han surgido muchas empresas que ofrecen diferentes soluciones, que la norma específica deben ser fiables y veraces. Otras, llevan años diseñando sistemas de fichaje o de gestión presencial, sobre todo biométrica. La biometría es la mejor forma de hacer un registro cómodo, seguro y fiable pues “mejora la gestión de personal, ofrece máxima fiabilidad y permite automatizar el cumplimiento de la nueva obligación, evitando errores y sanciones”.

Estos sistemas también ayudan a conservar fácilmente los datos que, no hay que olvidar, deben mantenerse durante cuatro años y tienen que ser fáciles de obtener y de mostrar al interesado cuando lo requiera. A la vez, el administrador o los responsables de cada departamento podrán hacer seguimiento de las horas de su equipo, dar permiso de vacaciones, etcétera.