El Tribunal de Cuentas se suma a las voces de alarma sobre los préstamos otorgados con garantía estatal: cree que el impago de los créditos respaldados en 2020 por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con las consecuentes ejecuciones de los avales, ganarán "relevancia" este año. El organismo fiscalizador del sector público llega a esta conclusión en un informe, que acaba de publicar, sobre el otorgamiento de avales públicos para hacer frente a la pandemia, en el que también detecta errores, incongruencias y deficiencias en los procesos de concesión.
"Los plazos generales de carencia de dos años en las operaciones de 2020 hacen previsible que el comienzo de la relevancia de las posibles situaciones de impago y ejecución de los avales por estas operaciones se empiecen a manifestar a partir del año 2022", detalla el informe, que saca sus conclusiones a la luz de datos recientes: hasta octubre de 2021 se había solicitado ejecutar el aval de 5.846 operaciones formalizadas por 5.082 clientes.
Sobre esta posible bomba de relojería ya viene avisando el Banco de España. El organismo ha alertado de que el horizonte se ha oscurecido por los nubarrones que han traído la guerra en Ucrania y la crisis energética, con todas sus derivadas ―de la inflación disparada a la subida de las tasas de interés―, y ha elevado hasta los 23.000 millones los créditos avalados por el ICO dudosos o bajo vigilancia especial. "Se observa un cierto deterioro de su calidad crediticia durante los últimos trimestres", advirtió hace dos semanas el gobernador del banco, Pablo Hernández de Cos. "Debe tenerse en cuenta que una parte significativa de estos préstamos todavía disfruta de un período de carencia, que finalizará alrededor del verano de este año", añadió
En 2020 ―el periodo fiscalizado por la entidad―, el ICO otorgó casi 90.000 millones en avales a través de sus líneas Liquidez, Inversión y Arrendamiento. La primera de ellas se liberó en su totalidad (100.000 millones), y a cierre del ejercicio ya se habían usado 86.694 millones; en la segunda se liberaron avales por un 30% del total (de 40.000 millones), pero solo se había empleado un 13% a 31 de diciembre de 2020. Las dos líneas sumaron 953.782 operaciones, el 98% de pymes y autónomos y el 2% de grandes empresas, aunque la financiación que obtuvieron estas últimas alcanzó casi el 30% del total. En la línea de arrendamiento se habilitaron los 1.200 millones previstos, pero se usó apenas el 2%: 25 millones avalados de 6.914 arrendatarios.
El Tribunal de Cuentas ha detectado varias deficiencias, errores e incongruencias en el otorgamiento de los avales ICO en 2020, vinculados a aspectos como la transparencia, la seguridad y el funcionamiento de Banc@ico, una aplicación preexistente empleada para gestionar y conceder las garantías, que la entidad fiscalizadora cuestiona tras haber detectado varios fallos. "Banc@ico fue diseñada para una utilización más generalista y tiene limitaciones para gestionar específicamente los avales fiscalizados", señala.