Tras un inicio decepcionante, la excepción ibérica empieza a dar frutos. El tope sobre el precio del gas que utilizan las centrales de ciclo combinado para generar electricidad redujo entre un 17% y un 22% el coste de la luz para los clientes del mercado regulado -también conocido como PVPC- en comparación con lo que habría ocurrido sin ese mecanismo. El rango se basa en dos cálculos: el más bajo es el de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec, la patronal del sector), mientras que el más optimista procede del modelo de tres profesores de Economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM): Rafael Salas, Miguel Jerez y Francisco Álvarez. Pese a las diferencias, en ambos casos la conclusión es similar: un consumidor doméstico acogido con tarifa regulada estaría pagando por la luz (cargos y peajes al margen) alrededor de la quinta parte más que lo que están pagando con la medida.
El objetivo del tope al gas es, básicamente, eliminar el contagio de los altos precios de este combustible sobre el resto del mercado. Y, grosso modo, se puede decir que está cumpliendo su propósito: así se desprende, por ejemplo, de la comparativa con el resto de grandes mercados eléctricos europeos, que apunta a una desconexión entre España -un país tradicionalmente más caro- con países como Francia o Alemania. Desde el pasado 15 de junio, el primer día de aplicación de la excepción ibérica, el mercado mayorista español ronda los 250 euros por megavatio hora (MWh) tope incluido, frente a los 270 de Alemania, los casi 330 de Francia y los casi 360 de Italia. En todos los casos, son cifras inimaginables hace solo un año.
"Los clientes del mercado regulado español aún no han visto bajar lo que pagan por los demás factores que rodean al precio de la luz, pero lo que está claro es que situación sería sustancialmente peor que sin el tope al gas. Esa es la principal conclusión de nuestro estudio", sostiene Salas. El Gobierno prometió que el sistema, inédito en Europa, llevaría a una rebaja de "entre el 15% y el 20%" en el precio de la luz que abonan los clientes con tarifa PVPC en los 12 meses en los que estará vigente.
El abanico de factores que afectan al porcentaje de ahorro es enorme. El mecanismo, por ejemplo, funciona mejor cuando la demanda es baja y la generación renovable es alta: ahí saca a relucir todo su potencial. "Eso está haciendo que la ventaja se esté notando mucho más los fines de semana, por ejemplo, cuando la rebaja llega a superar el 30%", explica José Luis Sancha, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ICAI) de la Universidad Pontificia de Comillas.
La referencia para evaluar la efectividad del tope al gas "debe ser doble: tanto el precio que tendríamos sin tope al gas como lo que está sucediendo en los demás países europeos, que no tienen este mecanismo", según Francisco Valverde, experto en el mercado eléctrico y consultor de Menta Energía. "España ha estado, tradicionalmente, en el grupo de los países más caros, junto con el Reino Unido e Italia. Y eso ha cambiado ahora: sin tope estaríamos más o menos como Francia, y con el tope estamos más de un 20% por debajo".