El Tesoro español ha lanzado su primera emisión de bonos verdes, con la que ha captado 5.000 millones de euros a un plazo de 20 años y en la que ha recibido un volumen de peticiones que supera los 60.000 millones de euros. El interés de partida se ha situado en los 9 puntos básicos sobre el bono soberano a 20 años, aunque ese diferencial se ha reducido al cierre de la colocación a los 6 puntos básicos, lo que supone una rentabilidad del 1,034%.
Fuentes de la colocación aseguran sin embargo que ese precio, que supone una prima, ha permitido al Tesoro un ahorro de entre 2 y 3 puntos básicos frente a la emisión de un bono a 20 años convencional, sin la etiqueta de verde. “Hay que tener en cuenta que la referencia ahora en circulación a 20 años es a un plazo 14 meses inferior. Además, el Tesoro suele pagar una prima sobre el secundario y esta es una emisión inaugural, a la que hay que dar recorrido”, añaden fuentes financieras.
La elevada demanda habría permitido adjudicar un importe superior, en torno a 8.000 millones de euros, según fuentes de la colocación. Así, el bono verde ha recibido peticiones por 464 inversores institucionales, con un claro dominio de los internacionales, que se han adjudicado el 91,7% de la emisión. Además, dos tercios de la emisión ha ido a inversores comprometidos con el mercado de bonos verdes. El objetivo del Tesoro era debutar con un importe de 5.000 millones e ir ampliando el volumen de esta referencia verde a 20 años a través de subastas ordinarias, hasta alcanzar un volumen de 20.000 millones de euros.
Los bancos colocadores de la emisión son Barclays, BBVA, Credit Agricole, Deutsche Bank, JP Morgan y Santander. Con esta colocación, el Tesoro se suma al amplio grupo de tesoros europeos que ya han emitido deuda pública con la etiqueta sostenible, un mercado que despierta un elevado interés de los inversores y que está registrando un crecimiento exponencial. La pandemia ha disparado el apetito inversor por este tipo de activos y su emisión se ve respaldada por los importantes proyectos que se pondrán en marcha en los próximos años para financiar la transición energética.
Así, el Gobierno español presentó a finales de julio el Marco de bonos verdes, en el que se han identificado más de 13.600 millones de euros en gasto vinculado a la sostenibilidad, como la adaptación al cambio climático, la proyección de los recursos hídricos y marítimos y la preservación de la biodiversidad. Los fondos obtenidos con esta emisión se destinarán por tanto a la financiación de proyectos seleccionados por un grupo liderado por el Ministerio de Economía y el de Transición Ecológica. Han recibido además la máxima calificación de la auditora Vigeo Eiris, que también califica los programas de bonos verdes de Francia, Italia y Reino Unido.
La colocación de bonos verdes será el primer hito del nuevo secretario general del Tesoro, Carlos Cuerpo, que sustituye en el cargo desde este mes de septiembre a Carlos San Basilio. Con esta emisión, que aumenta la vida media de la deuda en circulación a los 8,09 años, el Tesoro lleva emitido el 80,1 % de su objetivo de financiación a medio y largo plazo para 2021, tras la reducción anunciada en el mes de julio de 20.000 millones de euros.