El sector del gran consumo perdió 1.800 millones de euros por hurtos en 2016

El sector del gran consumo perdió 1.800 millones de euros por hurtos en 2016

Así se recoge en los datos obtenidos por la patronal Aecoc, que apunta a un crecimiento del 2,3% en el valor absoluto de estas pérdidas respecto al año anterior. El informe, realizado junto con EY, pone de evidencia un descenso en el peso frente al conjunto del sector. Así, supuso el 0,82% de todos los ingresos del gran consumo, frente al 0,84% de un año antes. Esta diferencia se produce por un mayor crecimiento de la facturación, del 3,7%, frente a los hurtos, del 2,3%.

En concreto, el estudio hace referencia a la conocida como pérdida desconocida, que engloba a los hurtos en tienda, tanto de empleados como de clientes, así como errores de gestión. De este modo casi el 60% de las pérdidas corresponden a hurtos externos, frente al 22% de los internos.

El informe pone de evidencia la caída de los hurtos (81% frente a 84% de 2015) y un crecimiento de tres puntos en los errores de gestión, que hace referencia a fallos como la anotación de ventas con precios erróneos o la no contabilización de mermas por obsolescencia. En este sentido, el informe anima a las empresas a mejorar en sus sistemas de formación interna para reducir esos errores.

En lo que se refiere a productos, los distribuidores sitúan a las bebidas alcohólicas y los productos ibéricos son los más hurtados en alimentación. En cosmética son las cremas, los maquillajes y los perfumes. En textil las camisetas y camisas; en ferretería el material eléctrico y de iluminación, y en electrónica las consolas y los accesorios.

Por otro lado, el auge del comercio electrónico está llevando a las empresas del sector a reforzar las medidas de prevención del fraude. El 30% de las empresas considera que este fraude se ha aumentado en el último año y el 60% reconocen que no tienen perfiles de profesionales específicos para reducir este fraude.

Por su lado, el Ministerio del Interior ha anunciado que en 2018 espera contar con un sistema que conecta a los comerciantes con la Policía Nacional, la Guardia Civil y las empresas del sector de la seguridad privada facilitándoles que denuncien los hurtos desde los puntos de venta.