La cotización del barril de Brent, de referencia en la UE, ha aumentado un 53% en lo que va de año, llevando al combustible a rozar máximos históricos en la mayoría de países europeos. Pese a ello, el aumento no ha sido homogéneo y ha afectado a algunos países más que otros. Y entre ellos está España, donde el precio de la gasolina y del gasóleo se han incrementado un 26,2% y un 27,6% en lo que va de año, por encima de la media de la UE y por encima de otros países vecinos como Francia, Holanda, Italia o Portugal.
Los datos del Boletín Petrolero de la UE, actualizados esta mañana, certifican que el litro de gasolina en España se vendió a un precio medio de 1,513 euros y el de gasóleo a 1,385 euros en la semana del 15 de noviembre. Los aumentos del 26,2% para la gasolina y del 27,6% para el diésel en lo que va de 2021 se sitúan por encima de los incrementos registrados en Francia (19,4% para la gasolina y 21,2% para el diésel), Italia (20,6% para la gasolina y 21,8% para el diésel), Portugal (20,4% para la gasolina y 20,6% para el diésel), Holanda (23,5% y 27,4%) e incluso de la media de la UE (25,5% y 26,1%). La subida de precios de España solo se sitúa por debajo de las registradas en Bélgica (32,2% para la gasolina y 28,1% para el diésel), Irlanda (32,1% para la gasolina y 34,1% para el diésel) y Alemania en el caso del gasóleo (28,4%)
En esta distinta traslación de precios al surtidor hay dos factores que juegan un papel decisivo: los impuestos y los márgenes de las petroleras. La subida o bajada de precios solo afecta a la parte variable del precio y en ese caso España es uno de los países más afectados, ya que solo el 49% del precio de la gasolina y el 45% del gasóleo son impuestos, frente al 53% o el 48% en el caso de la media de la UE. La brecha con España es aún mayor en Italia, con una carga impositiva del 60% y del 56% para gasolina y gasóleo; en Francia donde los impuestos suponen el 58% y del 56% del precio final; en Portugal, con un 56% y un 51%; y en Holanda, con una carga impositiva del 59% y del 50%, respectivamente.
Los precios en España están cerca de los máximos históricos, alcanzados el 3 de septiembre de 2012, cuando el litro de gasolina se vendió a 1,522 euros el litro y el de gasóleo a 1,444 euros el litro. De hecho, en esa época encadenó cuatro años (entre 2011 y 2014) con precios muy elevados, por encima de 1,3 euros por litro, como consecuencia de los altos precios del petróleo que llegó a cotizar por encima de 125 dólares. La gran diferencia con respecto a la actualidad es que, en esos cuatro años de precio altos, el euro se cambió a una media de 1,35 dólares, mitigando el impacto de la subida de la cotización internacional, mientras que en la actualidad se cambia a 1,20 dólares. Ese incremento de precios generalizado de los combustibles ha provocado que el litro de gasolina ya esté por encima de los dos euros en Holanda y el de gasóleo supere los 1,9 euros en Suecia.
Pese a ello, los precios de España siguen siendo de los más bajos de la zona euro. En el caso de la gasolina, solo cinco de los nueve países (Eslovenia, Malta, Chipre, Lituania y Austria) están por debajo de las tarifas españolas, mientras que en el gasóleo solo tres naciones la venden más baratas que España (Estonia, Lituania y Malta).