La nueva prórroga de los Expedientes de regulación temporal del empleo (ERTE) incentiva la reincorporación de los afectados parece haber disparado la salida de trabajadores de la situación de suspensión en los últimos días hasta situarse en el entorno de los 470.000. A partir de aquí, la previsión del Gobierno es que dicha cifra descienda a la mitad durante el verano, según anticipan fuentes oficiales a este diario. Los datos indican, en todo caso, que cerca de 170.000 de esos empleos podrían ser irrecuperables.
En general, en todo caso, el Ejecutivo está satisfecho con la evolución laboral. Así lo defendió ayer el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que aseveró que junio tiene visos de ser un mes “extraordinario” para el empleo, en el que espera 150.000 nuevos afiliados. En una entrevista en Antena 3, Escrivá destacó que el arranque de junio está siendo “fortísimo” en el campo laboral. El incremento estimado es en términos ajustados de estacionalidad, matizó, si bien asume que la cifra media será similar dada la estabilidad del mes de junio en el terreno de la afiliación.
“Hay una recuperación de amplio espectro”, detalló Escrivá, apuntando a que además de las actividades ligadas al periodo estival habría unos 50.000 afiliados de sectores como educación o industria. En paralelo, ilustró, el ritmo de salidas diarias de los ERTE ha pasado de los 3.000 del mes de mayo a unos 10.000 por jornada en lo que va de mes. Un incremento que enmarcó en la entrada en vigor de la nueva prórroga de los ERTE vigente desde el 1 de junio, y avalada ayer por el Congreso de los Diputados, en la que finalmente consiguió incluir una fórmula para incentivar el retorno de trabajadores a sus puestos, bonificando las cuotas que pagan las empresas, frente al criterio patronal de que las ayudas debían concentrarse en aquellas firmas que siguen sin poder reactivar a sus plantillas.
De esta forma, indicó el ministro, el número de trabajadores afectados por ERTE habría descendido ya al entorno de los 470.000, frente a los 638.283 con los que culminó abril, o los 542.142 de cierre de mayo. Los datos del Ministerio apuntan a que esta mejora está siendo generalizada tanto en los ERTE de impedimento o limitación, más ligados a las restricciones, como en los que afectan a los sectores ultraprotegidos. En este sentido, destaca el buen comportamiento de las actividades ligadas al turismo, como los hoteles o la hostelería. Desde Seguridad Social, de hecho, anticipan a este diario que, si no se producen complicaciones inesperadas, el volumen de afectados por ERTE podría caer a la mitad durante el verano, lo que dejaría la cifra solo algo por encima de los 200.000 trabajadores.
Todo un hito teniendo en cuenta que los ERTE llegaron a afectar a 3,6 millones de trabajadores en abril de 2020, en pleno Gran Confinamiento; que 2021 arrancó con unos 700.000, y que la tercera ola de Covid volvió a elevar esta cifra a las puertas del millón de afectados en el inicio de febrero. Es decir que, como destacó ayer la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el Congreso, apenas restan ya en ERTE un 15% de los trabajadores que llegaron a tener el empleo suspendido.
Las estadísticas del Ministerio indican, no obstante, que entre 160.000 y 170.000 empleos afectados por un ERTE podría ser irrecuperables. Se trata de un grupo, centrado fundamentalmente en el ámbito del comercio, que lleva meses sin beneficiarse de la tendencia positiva y en el que la Seguridad Social ya ni siquiera está cubriendo las cuotas, si bien Trabajo abona a los afectados la parte correspondiente a su prestación por desempleo.