Gobierno y banca ultiman un acuerdo para ayudar a los hipotecados vulnerables. Ambas partes se han dado hasta finales de esta semana para cerrar las medidas destinadas a aliviar a familias vulnerables que se vean especialmente afectadas por las subidas de tipos de interés.
"Trabajamos intensamente con reuniones diarias para que cuanto antes lleguemos a un acuerdo. Nos hemos dado esta semana para poder cerrar un acuerdo y que este catálogo de soluciones entre en vigor cuanto antes", ha explicado este martes la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.
Según ha detallado, banca y Ejecutivo trabajan en dos vías. Por un lado, el acuerdo prevé ampliar el Código de Buenas Prácticas para refinanciaciones de deuda que ya está vigente. Por otro, también se trabaja en el diseño de un protocolo para apoyar a las familias que pueda verse en riesgo de vulnerabilidad por el aumento en el pago de la cuota de la hipoteca por las continúas subidas de tipos de interés.
Las fuentes consultadas de las patronales bancarias indican que el proceso de negociación se encuentra abierto y que, aunque los contactos se mantienen a diario, todavía no hay una fecha concreta para sellar el acuerdo.
Sobre el impacto que estas medidas pudieran tener sobre las cuentas de resultados de los bancos, Calviño ha hecho referencia a "los miles de millones de euros en beneficios" que los principales grupos bancarios han anunciado en las últimas semanas para justificar que podrán hacerles frente. Por parte de los bancos, una de las cuestiones es ver cómo afectará al nivel de provisiones si deben clasificar como morosos los créditos de los clientes que se acojan a estas medidas.
De momento, la propuesta sobre la que venían discutiendo el Gobierno y las patronales bancarias se basaba en alargar el plazo para pagar las hipotecas a las familias cuyos ingresos anuales no superen tres veces el IPREM (lo que supone 24.300 euros en este momento y 25.200 a partir de enero del próximo año). Para ello, las familias deberían cumplir varios requisitos adicionales, como que el pago de la cuota les aumente un 30%. También, que el pago de la cuota represente al menos el 40% de los ingresos de la familia, lo que se considera un nivel de alto endeudamiento, superior al rango recomendado de entre el 30% y el 33%.
La idea es que las entidades se acojan al Código de Buenas Prácticas de manera voluntaria, aunque posteriormente los bancos podrán aplicar medidas de ayuda adicionales, buscando soluciones caso a caso, que es lo que defendían en un principio CECA y AEB. En las últimas semanas, los propios bancos han asegurado que son los mayores interesados en facilitar a los clientes que puedan hacer frente a sus obligaciones de pago y que ampliarían las medidas estudiando los casos concretos.