El Gobierno debate un impuesto a las grandes fortunas

El Gobierno debate un impuesto a las grandes fortunas

Pedro Sánchez ha dado vía libre para explorar la creación de un impuesto a las grandes fortunas, con el objetivo de poder mantener el sistema de ayudas en plena crisis energética. Era una reivindicación de Unidas Podemos que fue tumbada por su socio en el Congreso el pasado mes de junio. La deflactación de toda la tarifa en el IRPF en Madrid y de los tres primeros en Andalucía (hasta rentas de 40.000 euros), junto a la eliminación del impuesto sobre el patrimonio en ambas comunidades, ha llevado al Gobierno y a su ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a anunciar que "exploraría" una mayor aportación de las "grandes fortunas".

Una medida que se recogía en el último programa de Podemos y cuyo objetivo sería recaudar el 1% del PIB de patrimonios superiores a 1 millón de euros y de forma progresiva. La propuesta contemplaba un mínimo exento por la primera vivienda de 400.000 euros y gravaría con un 2% los patrimonios de más de un millón de euros, con un 2,5% los de más de 10 millones de euros, con un 3% los superiores a 50 millones y con un 3,5% aquellos patrimonios de más de 100 millones de euros.

Lo curioso de esta propuesta es que precisamente en julio pasado su número dos, el secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón, reconocía en un artículo en una revista del Colegio de Economistas de Madrid, que no había que focalizar el grueso de la reforma fiscal "en los perfiles más acaudalados". En 2019 solo el 0,61% de las declaraciones del IRPF incluían rentas y rendimientos superiores a 150.000 euros y en sociedades solo el 2,12% de los declarantes tenían una cifra de negocios anual superior a los 6 millones de euros.

Otro factor determinante para esta adopción de una propuesta de su socio de Gobierno obedece al momento de negociación de los Presupuestos del Estado para 2023. El diálogo está estancado a cuenta de partidas de gasto como el de defensa, cómo plasmar los gravámenes a energéticas y banca y la subida salarial a los funcionarios.

Ahora se abre el melón del impuesto a las grandes fortunas. Este nuevo tributo podría estar pensado para eliminar el de patrimonio. En declaraciones a los periodistas en el Congreso, Montero ha llamado a evitar el denominado "dumping fiscal", tras anunciar Andalucía la supresión de patrimonio, y ha pedido hacerlo armonizando más impuestos gestionados por las comunidades en el marco del nuevo modelo de financiación autonómica.

La ministra de Hacienda también adelantó que podría estudiar en el marco del debate de la financiación autonómica, que se estableciera una horquilla en la bonificación de este impuesto que ahora puede llegar al 100%. El objetivo: que no haya una "práctica eliminación de figuras tributarias" porque territorios con mayor capacidad recaudatoria "arrastren" a otros con menos.