El gigante naviero Maersk pone en marcha un nuevo proyecto de producción de hidrógeno verde en España por 10.000 millones de euros, según los primeros cálculos del Ejecutivo español. La segunda compañía más grande de transporte marítimo de mercancías busca establecer un hub en el país para la producción de metanol verde, un derivado del hidrógeno, con dos grandes plantas de producción ubicadas en las costas de Andalucía y Galicia.
La reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el CEO de la firma, Soren Skou, este jueves ha escenificado el apoyo gubernamental al plan. Posteriormente, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha firmado un acuerdo de colaboración para "la producción a gran escala de combustibles de emisiones cero".
Fuentes oficiales han indicado que la iniciativa podría generar 85.000 empleos totales, de los que 5.000 serían directos. Además, han precisado que el proyecto recibirá "el máximo apoyo del Gobierno", que no se limitará solo a Transportes sino también a los ministerios de Industria y Transición Ecológica, así como las comunidades autónomas y los municipios involucrados.
La intención del Gobierno es maximizar el ecosistema productivo que se puede generar más allá de los dos centros de producción, ya que la naviera deberá garantizar que cada molécula de hidrógeno provenga de fuentes renovables. Esto supone que la firma promoverá o establecerá acuerdos con múltiples operadores de parques solares y eólicos para abastecerse de un total aproximado de 4.000 megavatios, producidos a lo largo de todo el país.
El acceso a fuentes de energía renovables es central para garantizar el éxito verde del proyecto. Este combustible se obtiene a través de la hidrogenación de moléculas de dióxido de carbono capturado de la atmosfera que se somete a una reacción química, por el que se combina con hidrógeno mediante un proceso llamado electrólisis.
La empresa, que ya ha avanzado en los estudios iniciales con apoyo del Gobierno, avanzará hasta junio del año próximo en los detalles finales del proyecto, que tiene como objetivo producir 2 millones de toneladas de metanol verde para 2030. De acuerdo con los resultados obtenidos, la primera planta estará totalmente operativa en 2027 en una de las dos comunidades (aún no definida), para comenzar inmediatamente después la puesta en marcha del segundo centro.
"Estamos muy contentos de explorar oportunidades de combustibles ecológicos con el Gobierno español, ya que el país tiene características clave para ayudar a resolver el desafío climático con sus grandes ambiciones de hidrógeno y sus objetivos de sostenibilidad", ha afirmado Sorek Skou, uno de los máximos directivos de la empresa.
La estrategia supone un cambio para la naviera, que pasará a producir su propio combustible en una nueva línea de negocio, lo que le permitirá gestionar así todo el proceso productivo. La decisión busca aliviar la dificultad de encontrar socios industriales con experiencia en una tecnología aún incipiente. Maersk ya ha anunciado hace unas pocas semanas un proyecto similar en Egipto y actualmente desarrolla una primera instalación en el sur de Dinamarca, su país de origen, junto con Siemens Energy.
El Ejecutivo ha deslizado que el proyecto cuenta con apoyo de los fondos de recuperación, pero que esto depende de los estudios finales que la firma danesa realice en los próximos ocho meses. Para estas ayudas, la compañía podría beneficiarse del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de Energías Renovables, así como del naval o del de descarbonización. Desde Moncloa tampoco descartan que el Gobierno pueda entrar como "inversor estratégico", aunque han evitado poner cifras a cualquier forma de participación oficial.