El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que el Gobierno aplicará en España el recargo fiscal aplicado por Italia a las empresas energéticas. Así lo ha manifestado en una entrevista publicada este domingo en el diario El País: "Estamos estudiando el caso italiano para aterrizarlo y adaptarlo a nuestra legislación".
Este nuevo recargo fue anunciado la semana pasada por Sánchez, aunque sigue en fase de estudio. El Ejecutivo sí ha trasladado que lo empezará a cobrar en 2023, pero que la fecha de devengo estaría en 2022, para gravar así los beneficios caídos del cielo correspondientes a este año de encarecimiento energético. La tasa aplicada por el Gobierno de Mario Draghi consiste en un tipo extraordinario del 25% sobre los márgenes de beneficio extraordinarios de las empresas, considerando como tales aquéllos que hayan subido más del 10%.
La medida se pondrá en marcha mediante una propuesta legislativa, que se espera para después del verano, tal y como avanzó el propio Sánchez la semana pasada. Algunos miembros del Gobierno ya habían apuntado al impuesto italiano como referencia para esta propuesta.
Sánchez ha asegurado que este impuesto permitirá ayudar a paliar el impacto de la inflación, después de que el Ejecutivo haya adoptado medidas por 15.000 millones de euros. "Implica un reparto justo de la carga de esta guerra sobre las espaldas de quienes más tienen, en beneficio de la clase media trabajadora de este país", ha indicado. Sánchez ha defendido también un pacto de rentas que incluya beneficios empresariales, pero no se ha manifestado sobre si tocará también a pensionistas o funcionarios.
"Yo recomendaría a los empresarios que suban los salarios y que contengan los beneficios", ha añadido el presidente del Gobierno, que ha defendido el impacto positivo de la reforma laboral: "Tanto la estabilización laboral como el aumento que estamos haciendo del salario mínimo hacen que el impacto de esta guerra sea, al menos, un poco menor, y las clases medias trabajadoras estén un poco más aliviadas".