Así, en todo el año pasado se destinaron 36.396 millones de euros a prestaciones por desempleo, casi el doble de los 19.023 millones gastados en 2019. No obstante, de los casi 36.400 millones gastados en desempleo el pasado año, habría que separar alrededor de 16.000 millones para prestaciones contributivas de trabajadores en ERTE.

Quedarían por tanto algo más de 20.000 millones para el pago de prestaciones y subsidios a parados. Si bien, a los 16.000 millones para ayudas de ERTE se tiene que sumar una cantidad parecida en exenciones de cotizaciones y ayudas a autónomos hasta sumar 30.000 millones de factura completa de los ERTE, anunciada por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Precisamente ayer España recibió otros 1.000 millones del fondo europeo SURE para el pago de ayudas a los ERTE y autónomos. Hasta ahora ha recibido 6.000 millones de la primera emisión de deuda; 4.000 de la segunda y 1.000 de la cuarta. En la tercera, España no recibió ningún desembolso. En total, el país ya tiene 11.000 millones de los 21.300 que le han sido asignados por Bruselas para este fondo. Es el segundo gran beneficiario, solo por detrás de Italia, con 27.400 millones comprometidos, y por delante de Polonia, con 11.200 millones de euros.