Las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tienen una influencia significativa en las condiciones financieras en los mercados emergentes, mientras que los efectos secundarios de las políticas del Banco Central Europeo (BCE) son “más pequeños y regionales”, según señala el Fondo Monetario Internacional (FMI) de cara al impacto potencial de futuros cambios de posición de los bancos centrales de países avanzados a medida que se consolida la recuperación.
Ante la expectativa de que las economías avanzadas se recuperen de la crisis de la Covid-19 más rápido que la mayoría de las economías emergentes, gracias a un acceso más temprano a las vacunas y un mayor margen para mantener políticas macroeconómicas de apoyo, la institución internacional alerta de que esta divergencia podría complicar la tarea de los bancos centrales de mercados emergentes si las tasas de interés en las economías avanzadas comienzan a subir.
“Las perspectivas de una recuperación a varias velocidades, con las economías avanzadas recuperándose más rápidamente que la mayoría de las demás economías, plantean preocupaciones sobre los efectos de una retirada asincrónica de la política monetaria”, apunta el FMI, señalando que estas se han visto amplificadas por los paquetes fiscales en los Estados Unidos, que podrían hacer que las compras de activos de la Fed se reduzcan y las tasas de interés estadounidenses aumenten en una fecha anterior a la esperada.
En este sentido, el FMI recuerda que la política agresiva de flexibilización de los bancos centrales de las economías avanzadas al comienzo de la pandemia proporcionó un gran alivio a los mercados financieros de las economías de mercado emergentes, por lo que considera clave que, de cara a la recuperación, estos proporcionen una orientación clara sobre los escenarios futuros de su política para evitar perturbaciones financieras en los mercados emergentes.
El análisis del FMI sugiere que, mientras que un endurecimiento de la política monetaria resultante de una economía estadounidense más fuerte de lo esperado tiende a ser relativamente benigno para la mayoría de economías, un endurecimiento sorpresivo, que podría reflejar un cambio en la función de reacción esperada de la Fed, tiende a frenar el apetito por el riesgo de los inversores globales y a desencadenar salidas de capital de los mercados emergentes.
De este modo, el Fondo constata que la política monetaria estadounidense repercute fuertemente en los rendimientos de la deuda pública de mercados emergentes en todos los vencimientos, señalando que un ajuste sorpresa de 100 puntos básicos por parte de la Fed se traducen en un aumento de 47 puntos básicos en los rendimientos de los bonos gubernamentales a dos años en los mercados emergentes. De su lado, las sorpresas de política monetaria de la zona del euro tienen efectos menores, que son estadísticamente significativos solo para vencimientos intermedios o para aquellos mercados emergentes más integrados económicamente con la zona del euro.
Asimismo, el FMI sostiene que as sorpresas de la política monetaria estadounidense también tienen efectos significativos sobre los tipos de cambio y los flujos de capital hacia los mercados emergentes, ya que el endurecimiento de la política monetaria de EEUU provoca una depreciación inmediata de las monedas de los mercados emergentes frente al dólar estadounidense y salidas de flujos desde carteras de los mercados emergentes.