El empleo público sube en 150.000 personas y el privado cae en 624.000

El empleo público sube en 150.000 personas y el privado cae en 624.000

Los doce meses marcados por el Covid ha dejado como saldo un fuerte aumento del empleo público, concretamente de 149.900 trabajadores más que implica un incremento del 4,6% sobre el personal público de marzo de 2020. Por contra, la ocupación ha descendido en 623.900 personas en el sector privado, una reducción del 3,8% sobre marzo del pasado año, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre publicado ayer por el INE. Una tendencia que se ha mantenido con el inicio del año. Entre enero y marzo se han generado 18.300 empleos en las distintas administraciones públicas, mientras que continúa la destrucción de puestos de trabajo en el sector privado, concretamente 155.800 empleos menos.

Entre enero y marzo se perdieron 203.400 puestos de trabajo, la mayor caída de los últimos siete años en un primer trimestre. De ellos, 137.500 se deben a la reducción de personas ocupadas al pasar a la condición de desempleados y el resto son personas que optaron por dejar de buscar empleo, abandonando así su condición de trabajadores en activo. En el trimestre pasado la EPA contabilizó 22,86 millones de personas dispuestas a trabajar, de los que 19,20 millones estaban ocupados arrojando un desempleo de 3,65 millones, con una tasa de paro del 15,98%.

El fuerte descenso de la población activa (en disposición de trabajar) genera la paradoja de que en el primer trimestre del año se haya reducido el desempleo en 65.800 personas, aunque no se debe tanto a personas que hayan encontrado empleo -que contrastaría con la fuerte reducción de personas ocupadas-, sino más bien a aquellos que han decidido dejar de trabajar.

La nota explicativa de la EPA incide en que estas personas que han abandonado su condición de activos no proceden precisamente de las listas del paro, aunque es cierto que las dificultades para encontrar empleo desincentivan la búsqueda. Se aprecia un incremento “importante” -según el INE- de 138.00 personas de 60 y más años que en el primer trimestre estaban inactivos, cuando en el trimestre anterior estaban ocupadas. Eso se podría explicar por prejubilaciones.

De hecho, en los flujos según el estado del trabajador -ocupado, inactivo y desempleado- la relación entre el desempleo y la ocupación arroja un saldo positivo de 50.700 personas a favor de la ocupación. No obstante, la principal migración se produce entre ocupados e inactivos. En el trimestre se genera un saldo positivo de 244.000 personas que estando ocupadas el cuarto trimestre de 2020, pasan a la condición de inactivos.

El Gobierno, a través del Ministerio de Economía, valoró en positivo ayer los datos de la EPA, resaltando la bajada del paro en 65.800 personas entre enero y marzo, lo que supone situar el desempleo un 1,7% por debajo del trimestre anterior, registrando así su primer descenso en un primer trimestre desde el año 2015, cuando el desempleo disminuyó en 13.100 personas. Se trata además del mejor dato en un primer trimestre en 20 años, en concreto desde 2001, cuando se modificó la definición de paro.

Analizado desde el punto de vista de la ocupación, la reducción de 137.500 puestos de trabajo supone una bajada del 0,7% respecto al trimestre anterior, la mitad de lo que cayó en el mismo periodo de 2020 (-285.600), cuando la pandemia hizo aparición en el mundo. Este descenso de la ocupación es el menos acusado desde el primer trimestre de 2019, periodo en el que se destruyeron 93.400 empleos.

En el último año el paro ha aumentado en 341.000 personas, un aumento del 10,3%, y se han destruido 474.500 empleos, una bajada del 2,4%, mientras que el volumen de activos se ha reducido en 133.500 personas. El paro subió en nueve comunidades autónomas y todas las regiones destruyeron empleo, salvo Madrid, Cataluña y Cantabria. En la primera se redujo el desempleo en 50.300 personas, una bajada del 10,5% en Cataluña (-38.200, -7,1%) y en Andalucía (-19.300, -2,1%).

Lejos de volver al trabajo presencial, la tercera ola acaecida tras las fiestas de Navidad provocó un aumento de las horas de teletrabajo. Según la EPA, durante el primer trimestre del año 2.146.100 personas trabajaron desde su domicilio más de la mitad de los días, lo que supone un 11,2% del total de las personas ocupadas. Este porcentaje es un punto superior al trimestre anterior, el cuarto de 2020, cuando los personas en teletrabajo sumaron el 9,9% de la población ocupada.