El déficit del conjunto de las administraciones públicas aumentó en el 2020 en 77.557 millones de euros hasta alcanzar la cifra de 113.172 millones, equivalentes al 10,09% del PIB. Ello fue consecuencia del mayor gasto necesario para paliar los efectos de la crisis sanitaria y económica (53.070 millones de euros más) y del hundimiento de los ingresos por la caída de la actividad económica (24.487 millones menos). La tasa de déficit del 10,09% es la tercera peor en el registro del Ministerio de Hacienda, tras el 11,3% del 2009 y el 10,7% del 2012, con la anterior recesión económica.
Según las cifras de cierre presupuestario presentadas este lunes por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el déficit del conjunto de las administraciones aumentó en 7,23 puntos de PIB en el 2020, pasando del 2,86% registrado en el 2019 al 10,09% del 2020. Casi el 70% del déficit del 10,09% del PIB acumulado en el 2020 se concentró en la administración central (67.652 millones, equivalentes al 7,49% del PIB, tras anotar un aumento del 6,18%.
Las comunidades autónomas cerraron el 2020 con déficit muy inferior (4.799 millones, equivalentes al 0,20% del PIB), gracias a las transferencias recibidas del Estado. Los ayuntamientos, por su parte, anotaron un ligero superávit de 2.870 millones, equivalentes al 0,26% del PIB. Los fondos de la Seguridad Social anotaron un déficit de 13.826 millones, equivalente al 2,65% del PIB. A los 77.557 millones de déficit acumulados en las administraciones públicas hay que añadir 9.878 millones de ayudas al sector financiero, incluido el banco malo SAREB.
Como consecuencia de las mayores transferencias recibidas del Estado, hasta nueve comunidades autónomas anotaron superávit en sus cuentas en el 2020. En el caso de Catalunya, sus cuentas públicas cerraron con un déficit de 755 millones, equivalentes al 0,35% del PIB, muy por debajo del desfase de 1.457 millones (0,62% del PIB) del 2019.